Hay una nueva víctima de la violencia letal en Rosario: un muchacho de 28 años alcanzado por los tiros en el extremo oeste de la ciudad, donde barrio Godoy linda con Cabín 9 y se transforma en San Cayetano. Nadie dijo que fue testigo de la agresión, pero vecinos encontraron el cuerpo tendido en el suelo con varios disparos y rodeado de vainas servidas, por lo que avisaron a la Policía. El inverno del año pasado, la víctima había sobrevivido un ataque a tiros en la misma zona.
Oeste
El asesinato fue en la zona donde se cruzan la calle 1702, antes de quebrarse de dirección, y el pasaje 1735, a metros de las vías del ferrocarril.
Allí quedó sobre el piso, y sin vida, Guido Samuel Estévez. Los primeros peritajes, según deslizó Fiscalía, indican que tenía cinco impactos de bala repartidos entre el tórax y el cráneo. Alrededor, había numerosas vainas servidas de proyectiles, en principio, calibre 9 milímetros.
Despedida
“¡El domingo te vi y te dije «portate bien, dejá de joder que no te quiero llevar flores al cementerio» y mira con que me encuentro hoy! ¡Ojalá que en paz descanses! Mandales muchas fuerzas a tu hija y tu hijo que ahora la van a necesitar y que Dios los guíe!”. El mensaje, dedicado a Guido, se leyó en Facebook, posteado por una vecina del barrio San Cayetano. Mientras que otro usuario fue más lacónico: “Ahora te toca descansar, personaje”.
Una joven entrevistada por Telefé Rosario dijo sobre el momento del crimen: «Yo justo me metí adentro de la casa. Escuchamos que discutieron y después se sintieron los tiros. No sé por qué discutían». Otros testimonios indicaron el joven asesinado llegó a la zona en moto, mantuvo una discusión con el propio conductor del rodado, y a los pocos minutos, éste le disparó.
«Vinieron juntos en la moto. Cuando se bajó el chico de 28 años, lo mataron. La víctima se baja y cuando se baja la mata. Hay inseguridad como en todos lados, es normal. El robo, la droga, está todo. Pero bueno ya es así», comentó otro vecino.
Un ataque anterior
Guido, de acuerdo con fuentes policiales, ya había sido atacado la madrugada del 6 de junio de 2020, aunque entonces no quiso colaborar en la investigación del ataque del que fue víctima.
El dato de un herido de arma de fuego había llegado a detectives de la División Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) que se presentaron en un domicilio de Isern al 7300 para recabar datos del ataque y fueron atendidos por una mujer llamada Patricia.
La mujer refirió que Guido era primo de su marido y esa noche había golpeado la puerta y estaba bañado en sangre y agregó que el joven –que vivía en el mismo pasillo– había dicho que le habían pegado un tiro en la cabeza y en un brazo. Pero lo que ocurrió luego fue extraño.
Patricia contó que otra vecina llamó a la Policía y a la ambulancia al ver a Guido herido, y cuando llegaron los uniformados “salió corriendo y se metió adentro de la casa y no quiso salir más, después se fue y no regresó”.
Esa noche de invierno, además, la allegada contó que apareció un hombre al que nadie conocía, quien dijo que Guido le había querido robar y luego se fue sin aportar detalle alguno. También recordó que su familiar había deslizado que quien le había tirado entonces había sido un tal Rengo.
La investigación por el homicidio de Guido Estévez quedó a cargo del fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos en turno, Ademar Bianchini, quien ordenó el traslado del cuerpo al Instituto Médico Legal (IML) para su autopsia.
Bianchini, como es de rigor, dio intervención al personal del Gabinete Criminalístico de la Agencia de Investigación Criminal para el relevamiento de la escena, el envío a peritaje del material balístico secuestrado, la identificación de posibles cámaras de seguridad en la zona, y el relevamiento planimétrico y fotográfico.
