Una bronca barrial y la discusión por el intento de robo de una gorra fueron, según la Fiscalía, factores clave en el asesinato de Sergio Emanuel Lorio, un joven que vivía en Tablada, en la zona sureste de Rosario. El sábado pasado, un pibe de 19 años se acercó a su casa de Biedma al 100 bis, discutió y le disparó un balazo en el estómago; Lorio, de 27 años, murió en el hospital Provincial unas horas después. Otras voces del barrio enmarcan el crimen en el intento de la «banda de Spiro» de hacerse cartel en la zona a base de aprietes, hipótesis que no fue confirmada oficialmente.
Lorio no gozaba de prestigio en el barrio. Las malas lenguas lo mentaron como un «rastrero», aunque el testimonio de vecinos fue clave para lograr la detención y posterior imputación de Alan Leonel J., tres días después de la agresión. Hoy un juez le dictó a Alan prisión preventiva por 90 días a la espera del juicio, luego de que el fiscal Miguel Moreno pidiera la imputación por el homicidio.
Si bien en un principio fuentes policiales tabularon la muerte de Lorio como una consecuencia de los habituales enfrentamientos por el control del narcomenudeo en el barrio, esa hipótesis no tuvo curso en la audiencia imputativa de este jueves, que se limitó a narrar los datos duros.
El fiscal Moreno sostuvo que Alan J. llegó a Biedma al 100 bis a las 13.30, llamó a Lorio en la puerta de su casa de pasillo y se desató una pelea. En la refriega –dijo el funcionario– el imputado desenfundó un arma y le disparó un tiro en el estómago a Sergio, quien fue socorrido y trasladado al hospital Provincial, donde murió.
En la audiencia el fiscal del MPA reveló que días antes de la agresión Alan J. quiso robarle a punta de pistola una visera de color gris a Lorio, arrebato en el que la novia de la víctima intercedió y logró evitar. “El otro día te zarpaste con mi mujer”, le habría espetado en medio de la discusión Sergio a Alan.
“Le pegué un tiro a ese gil”, le atribuyen haber dicho a Alan al escapar del lugar. El comentario lo escuchó un vecino, cuyo testimonio, además del de un familiar de Lorio, fueron incorporados al legajo de investigación. Es que el nombre del sospechoso apareció minutos después del crimen, por lo que la Justicia emitió un pedido de captura. Alan fue detenido tres días después del hecho cuando caminaba por Centeno al 600 bis.
Una versión extraoficial que circuló en redes sociales y que fue avalada por algunas voces de Tablada sostiene que el trasfondo del crimen sería “el cartel” que los pibes de “la banda de Spiro” quieren hacerse en el territorio, erigiéndose como soldados de los capos de la zona que hoy se encuentran presos pero, como se ha demostrado en diversas investigaciones, controlan los movimientos del barrio aún desde detrás de las rejas.