La Corte Suprema dejó firme la condena a prisión perpetua para un policía sentenciado por los homicidios de los militantes sociales Maximiliano Kosteki y Darío Santillán en la estación de trenes de Avellaneda en 2002, en el marco de una protesta que precipitó el fin del gobierno interino de Eduardo Duhalde.
Se trata del ex cabo de la Policía Bonaerense Alejandro Gabriel Acosta, condenado junto con el ex comisario Alfredo Fanchiotti, a quien la Corte ya le había confirmado la condena a fines del año pasado.
«El recurso extraordinario, cuya denegación motivó la presente queja, es inadmisible», consideraron los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda, en el primer acuerdo del máximo tribunal celebrado en 2016.
Acosta, al igual que Fanchiotti, fue defendido por el defensor oficial Mario Coriolano. En diciembre de 2014 la Suprema Corte bonaerense ya había ratificado las condenas para ambos, pero Coriolano había insistido con el reclamo hasta llegar a la Corte Suprema.
El doble homicidio fue perpetrado el 26 de junio de 2002, durante una protesta piquetera en el Puente Pueyrredón en la que además otros 33 manifestantes resultaron heridos.
