Dos jóvenes de 20 y 29 años fueron formalmente imputados ayer por el crimen del arquitecto Sandro Procopio, ocurrido en agosto a metros de la obra en construcción que dirigía en zona sudoeste. Los sospechosos habían sido detenidos en septiembre pasado; en aquella oportunidad se les imputó un robo calificado en Funes, aunque recién ahora la Fiscalía recabó la evidencia suficiente para achacarles el homicidio, con calificación criminis causa, aunque aún resta la producción de medidas como un peritaje telefónico sobre 4 celulares secuestrados y reconocimientos en rueda de persona, entre otras pruebas. Luego de escuchar la imputación, ambos prefirieron abstenerse de declarar y la jueza Mónica Lamperti les dictó prisión preventiva por el plazo de ley (60 días).
Un Volkswagen Gacel y las filmaciones que obtuvo la Fiscalía fueron el puntapié inicial para vincular a los sospechosos con el crimen de Sandro Procopio. El hecho ocurrió la tarde del 24 de agosto. Una cámara de seguridad de un comercio ubicado por calle Cerrito muestra cómo la víctima caminaba sin sobresaltos por la vereda hacia calle Constitución y antes de llegar a la esquina fue interceptada por dos hombres que iban de a pie en la dirección contraria. Arrinconaron al arquitecto, le sacaron el celular y se produjo un forcejeo. A ello le siguieron golpes de puños y patadas contra la víctima y finalmente un disparo con un revólver calibre 38 que le produjo una hemorragia abdominal masiva. Los tres corrieron hacia calle Constitución. Procopio intentó llegar a la obra en construcción que dirigía a pocos metros de allí, donde fue socorrido por un albañil, mientras que los agresores se subieron, ambos del lado derecho, a un VW Gacel oscuro que estaba detenido por Constitución y huyeron.
El auto
Según surge de la investigación y las filmaciones que se mostraron en la audiencia, este vehículo fue captado por varias cámaras de seguridad –privadas y del 911– y la pesquisa logró reconstruir el recorrido: doblaron por pasaje Luján, San Nicolás, Cerrito, Cafferata, La Paz y finalmente avenida Francia hacia barrio Acindar. Este auto llevó a la pesquisa a una remisería, donde se constató que Matías Ezequiel C., de 29 años, era chofer de ese auto desde principios de agosto. Los dueños de la firma sostuvieron que su último día de trabajo precisamente fue el 24 de agosto y durante esa tarde se perdió contacto con el conductor, que sólo realizó 5 viajes durante la mañana. Recién a las ocho de la noche devolvió el auto sin explicaciones y luego avisó que al día siguiente no iría a trabajar y ya no volvió a hacerlo.
Este vehículo, que fue secuestrado, tiene características particulares: su color, las tasas, algunos faltantes y calcomanías sirvieron a los investigadores para determinar que fue el auto involucrado en el hecho. En septiembre se realizaron ocho allanamientos en domicilios ubicados en barrio Alvear y sus cercanías, donde se detuvo a Matías Ezequiel C. y Ángel Simón C., de 20 años; en la casa de este último se secuestró un buzo blanco similar al que tenía el ladrón que efectuó el tiro fatal, sostuvo la Fiscalía. Ambos marcharon presos aunque en esa oportunidad fueron imputados de un hecho de robo a un supermercado en Funes ocurrido el 4 de enero pasado, donde el dueño y una empleada fueron reducidos por dos hombres que ingresaron armados y bajo amenazas los encerraron. Ambos fueron filmados en primer plano cuando sacaban de la caja registradora 5 mil pesos. También se llevaron mil pesos que el dueño tenía entre su ropa y mercaderías. Por este hecho, el fiscal de Investigación y Juicio Nicolás Foppiani presentó acusación el pasado 10 de octubre y solicitó una condena de 7 años por el delito de robo calificado con arma cuya aptitud no se pudo determinar. Ayer pidió la prórroga de la prisión preventiva sobre este delito.
Por su parte, el fiscal Pablo Pinto, de Homicidios Dolosos, les achacó el crimen con la calificación criminis causa (matar para ocultar otro delito, en este caso el robo, pasible de prisión perpetua), sindicó a Matías C. como el conductor del auto que trasladó a los matadores y señaló a Ángel C. como el autor del disparo fatal; a este último además le endilgó portación de arma de guerra. Hay un tercer hombre que aún no fue identificado.
Por su parte la jueza Mónica Lamperti dispuso la prisión preventiva de ambos por el plazo de ley, a pesar del intento del defensor oficial Iván Russo, quien solicitó una morigeración que fue desechada.
Una causa por robo con la víctima picaneada
Un hecho de robo ocurrido el 14 de diciembre en un vivero de la localidad de Alvear tuvo como víctima a un hombre de 63 años de nacionalidad japonesa, a quien tres ladrones redujeron a golpes, maniataron y picanearon. Los asaltantes se alzaron con un botín compuesto por dinero y herramientas, aunque la víctima logró activar un botón de pánico que permitió efectuar un operativo que terminó con la detención del grupo en pleno escape. Uno de ellos era Matías Ezequiel C.
Esta causa primero cayó en la Unidad Especial de Flagrancia, donde se dispuso la libertad del trío, porque ninguno contaba con antecedentes condenatorios, refirió una fuente de la Fiscalía Regional Rosario, quien informó que actualmente la causa se encuentra en la Unidad de Medidas Alternativas, cuya secretaría se encuentra a cargo de María Belén Torossi.
En este caso, hay un arma secuestrada aunque aún no está el resultado del peritaje, dijeron los voceros. Un informe preliminar sostuvo que no es apta para el disparo y como el grupo fue detenido in fraganti y se recuperaron los elementos robados el caso quedó encuadrado como tentativa de robo. Respecto de la víctima, no se logró constatar lesiones porque el hombre prefirió no ir al médico forense, refirió la fuente fiscal, quien añadió que el mes pasado los otros dos compinches de Matías C. fueron citados a imputativa y no se presentaron por lo que reiteraron el llamado. Tampoco fue formalmente acusado Matías C. por este hecho, pese a que está detenido desde septiembre pasado.