El rubro panadero rosarino no logra sortear la crisis. Sesenta locales debieron cerrar sus puertas en 2018, según dijeron desde la Asociación Industrial Panaderos de Rosario a El Ciudadano. Se suman a un relevamiento del organismo que agrupa al sector y que tomó el período entre 2017 y los primeros meses del año pasado. El resultado fue que bajaron las persianas 80 sobre un total de 470 locales. La situación en Rosario no es ajena a lo que pasa en el resto del país. “No somos una isla. En Buenos Aires hay 200 negocios que cerraron, en la capital de Córdoba 20, y en la ciudad de Mendoza otros 10. Viene pasando desde este último año y medio. Lo veníamos vaticinando por los golpes que recibimos con el aumento de tarifas y la materia prima. Todo hace que cada vez sea más difícil mantenernos”, dijo a El Ciudadano el titular de la asociación, Gerardo Di Cosco.
Atípica
Además de la suba de tarifas de luz, gas y agua, el sector panadero enfrenta a otro problema: el incremento en la materia prima. Según dijo Di Cosco, en el último año la harina aumentó más que el dólar. “Casi un 270 por ciento”, dijo el panadero y agregó: “En noviembre, diciembre e incluso en enero el precio de la harina tiende a bajar porque está la cosecha del trigo, pero este año aumentó en diciembre. Es algo que nunca había pasado en la industria panadera. Es increíble lo que está ocurriendo”, agregó.
El referente de la asociación dijo que trasladar los aumentos a los precios finales de los productos es otro problema. “Las ventas cayeron un 30 por ciento y seguir aumentando agravaría una situación que ya es muy angustiante, tanto para la industria como para los consumidores”, completó Di Cosco.
“Muchas cuentas de los negocios del sector están embargadas por parte de la Afip por no poder pagar aportes patronales. Tampoco pueden pedir créditos por los altísimos intereses. Nunca pensé que en la panadería podía pasar lo que está pasando ahora”, lamentó el dirigente de la asociación. “Cuando se haga el próximo relevamiento correspondiente al primer trimestre de este año, seguramente nos encontraremos con más sorpresas y más negocios cerrados”, adelantó Di Cosco.
Modelo para pocos
Di Cosco atribuyó gran parte de la crisis al modelo económico del gobierno de Cambiemos. “Es para los agroexportadores, para los bancos y las empresas energéticas. Es la realidad y lo estamos pagando todos”, opinó. “El gas aumentó el ciento por ciento en los últimos dos meses. Anunciaron otro incremento del 55 por ciento en la luz, otro nuevo aumento de gas y suba en el agua. Todo termina siendo inviable”, agregó el referente panadero.
Según Di Cosco, entre un 30 y un 40 por ciento de las panaderías que cerraron en los últimos años no dejaron de trabajar. No pagan impuestos. “Es una competencia desleal para los comercios que tratan de mantenerse legalmente”, comentó y dijo que los funcionarios del Ministerio de Trabajo “muchas veces pasan de largo (las infracciones) porque quieren que la gente de una u otra manera siga trabajando”. “El reclamo lo seguimos haciendo y mientras las políticas neoliberales no cambien la situación se va a agravar. No vamos a subsistir más como industria”, concluyó.