Las victorias tienen efectos curativos, sanadores. Si apenas una semana atrás la conferencia de prensa de Cristian González mostró a un entrenador disgustado, planteándose retos y variantes sobre el camino a seguir, la charla con los medios tras el duelo ante Godoy Cruz presentó a un Kily entusiasmado, con confianza renovada, aunque mesurado y autocrítico.
“Hoy el equipo necesitaba ganar después de dos derrotas consecutivas y me dio una muestra de carácter, se puso el overol porque tuvo que trabajar mucho defensivamente. Tuvimos que corregir cosas de lo que habíamos hecho en el primer tiempo pero en el segundo, más allá de alguna posibilidad que tuvieron, lo pudimos haber liquidado de contragolpe”, arrancó el entrenador canalla, quien detalló qué situaciones del funcionamiento lo preocuparon en esa primera mitad: “Había demasiadas persecuciones en la mitad de cancha, creo que los laterales estaban muy adelantados a veces y generábamos pasillos para ellos ocuparan los espacios. Pero una vez que lo solucionamos estuvimos mejor”.
Tras siete partidos, Central dejó el arco propio en cero y aunque el Kily no llevaba la estadística, sabe que es importante: “No tenía esos números, pero eso le hace bien al plantel y lo ideal es que no te conviertan. Defensivamente es importante y me voy contento por Marcelo (Miño), que no recibió goles. Mejoramos después de los errores que se habían cometido en el partido pasado y que fue lo que charlamos y trabajamos en la semana”.
“Destaco la rebeldía de sacrificarse para trabajar porque en la parte defensiva finalmente estuvimos muy bien, ganando es más fácil corregir muchas cosas”, agregó.
Ahora el grupo vuelve a darle chances a Central, aunque González sabe que será complicado por la magnitud de los equipos que enfrentará: “Vamos a tener una semana corta y tenemos que corregir mucho porque vamos a enfrentar a River en nuestra cancha y sabemos que tenemos que hacer mejor las cosas. Nos jugamos un partido definitorio para ver si podemos pasar de fase”.
El DT no quiso ratificar el esquema con cinco defensores para lo que viene, pero se mostró conforme y explicó algunas cosas a mejorar: “Los sistemas dependen de los intérpretes, pero el rival también juega. Me hubiera gustado atacar más y llegar con más juego asociado. Los nervios y la ansiedad de tener que ganar nos generaron algunas equivocaciones en pases o controles”.
“La vorágine del fútbol lleva a que nos olvidemos todo lo que estamos viviendo, el tema de la pandemia, del proyecto de los juveniles. Nosotros sabemos que en Central tenés que ganar y por eso resalto la actitud y la rebeldía de los jugadores para trabajar”, cerró el Kily, quien volvió a afirmar que saben “que hay que mejorar mucho” pero se mostró feliz con el triunfo que le da “ganas de seguir trabajando” en la fisonomía del equipo.