Emocionada, así se la vio a Cristina de Kirchner en diferentes pasajes de su discurso en el teatro Coliseo donde cerró su campaña ante una multitud de fieles. La candidata a la reelección el próximo domingo fue la única oradora y en poco más de 30 minutos hizo un llamado a la unidad nacional y regional, recordó a Néstor Kirchner y entre lágrimas agradeció el apoyo de sus hijos Máximo y Florencia que estaban en el lugar.
El acto fue en resúmen televisivo, escenográfico, con selectiva y organizada militancia en los palcos. En el escenario central hay un atril para los oradores que serán los candidatos del oficialismo y detrás sillas donde se sentaron los protagonistas de los spot de campaña de la Presidente. La locutora oficial presentaba a cada uno de los invitados con sus spot correspondientes de fondo. El acto estuvo organizado por el mismo director de los festejos del Bicentenario de 2010.
Al convite en el Teatro Coliseo está convocado todo el gabinete nacional, gobernadores leales, funcionarios y militantes. Desde las 17 comenzaron a llegar seguidores y funcionarios de segundo nivel. Ya cerca de las 18 fue el turno de algunos ministros como Carlos Tomada (Trabajo), Juan Manzur (Salud) y Debora Giorgi (Industria), también legisladores como el ultra-K Carlos Kunkel, Hector Recalde, José María Díaz Bancalari y los senadores del FpV Daniel Filmus y José Pampuro. También se pudo ver a Carlos Zaninni y al titular del Anses Diego Bossio. Cerca del inicio llegó Florencia Kirchner, la hija de la Presidente quien milita desde hace meses en La Cámpora.
En medio de la tensión entre el Ejecutivo y Hugo Moyano tras el reclamo del camionero en el acto de la Lealtad Peronista, el líder de la CGT se hizo presente en el Teatro Coliseo junto a su ladero Julio Piumato. Al secretario de Comerio Interior, Guillermo Moreno, se lo vio en la fila 20 saltando y cantando entre los militantes. Fue llamado desde las primeras filas y asistió rodeado de saludos de los presentes.
También se hiceron presentes las titulares de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Hebe de Bonafini fue la única que se acercó a hablar con la prensa y expresó su «emoción» por estar en el lugar. «Con Cristina vamos a tener la patria que los que no están querian», dijo.
Entre los gobernadores están el de Tucumán, José Alperovich, de Mendoza, Celso Jaque, de Córdoba, Juan Schiaretti y de Jujuy Walter Barrionuevo. Esta vez el ingreso fue más ordenado, había tres entradas, una para militantes y funcionarios, otra para invitados vip por donde entró parte del Gabinete y los gobernadores y un tercero para la prensa.
Mientras el teatro se iba llenando en el interior se podía ver un gran escenario con un único atril y asientos para quienes acompañarán a Cristina y a Boudou en el escenario. Detrás un cartel de Led donde se emitián constantemente imágenes de la candidata a la reeleción en momentos de gestión, entre la multitud y por supuesto abrazada con Néstor Kirchner, una imágen que para los militantes es icónica donde se ve a la entonces pareja presidencial en un acto realizado contra el campo en momentos del conflicto por las retenciones móviles de 2008.
Mientras se esperan las palabras de Boudou, que será el primer orador, militantes arengan desde los palcos. Se pueden ver carteles de agrupaciones como «La Campara» en su mayoría, «Descamizados», «Club Peronista», «Colina», «Los Pibes Juventud FpV».
En tanto, experta en secretismo, la jefa de Estado ordenó poner en suspenso el festejo que sectores K programaron para el domingo en Plaza de Mayo, con la ilusión de que la candidata, recién electa, hable desde el balcón de la Casa Rosada.
Anoche se esperaba, entre los dirigentes K, una señal más precisa respecto de la convocatoria y movilización para «llenar» la plaza la noche de la elección aunque en Casa Rosada, la semana pasada, decían que la intención es que sea un encuentro que no esté movilizado.