El Gobierno nacional envió un proyecto de ley de 19 artículos al Congreso para expropiar el 51% de las acciones que posee la española Repsol en la empresa YPF, y así recuperar el control de la petrolera en manos del Estado. El resto de la composición accionaria se mantiene intacta. Además, decretó la intervención de YPF y designó como interventor al ministro de Julio De Vido.
El anuncio fue divulgado durante un acto encabezado por la presidente Cristina de Kirchner en la Casa Rosada. El texto de la iniciativa fue revelado íntegramente por la locutora oficial al inicio de la ceremonia, que se trasmitió por cadena nacional.
Según dijo la locutora, el objetivo de la norma es recuperar «el autoabastecimiento» de hidrocarburos para la Argentina. El proyecto plantea la expropiación del 51% de la compañía y la declaración de «interés público nacional e interés público prioritario» a los recursos naturales petroleros y gasíferos. Además, prohíbe la transferencia de las «acciones expropiadas» a otros sin autorización del Congreso y fija que para la sanción de la ley la votación de 2/3 de las dos cámaras.
Actualmente, Respol posee 57,43% de las acciones, el Grupo Petersen, de la familia Eskenazi, 25,46%, un 17,09% permanece flotante en las bolsas de Nueva York, Madrid y Buenos Aires y el 0,02% ya está en manos del Estado, lo que simboliza la acción de oro. Si la propuesta avanza en el Parlamento, a Repsol le quedarían solo 6,43% de las acciones.
Entre los artículos del proyecto se establece la necesidad de garantizar el desarrollo económico, y el crecimiento «equitativo y sustentable de las provincias».
Asimismo, se fija que el Ejecutivo arbitrará las medidas al cumplimiento de esta norma «con el concurso de los estados provinciales y el capital público y privado nacional e internacional». En otro apartado, se crea además un Consejo Federal de Hidrocarburos donde estén el Ejecutivo y todas las provincias para fijar la política del sector.
«El proyecto ingresará hoy mismo» al Parlamento, dijo la mandataria. «Somos el único país de América latina y casi del mundo que no maneja sus recursos naturales», agregó.
Además, la presidenta aclaró que retomar el control de la petrolera no apunta a un modelo de «estatización» porque se conserva a la empresa como «sociedad anónima» y que la conducción de la compañía será «absolutamente profesionalizada».
«No es de modelo de estatización, sino de recuperación de la soberanía de los hidrocarburos», afirmó la mandataria durante el acto en Casa Rosada, que se trasmite por cadena nacional.
Cristina aseguró además que no va a «contestar ninguna amenaza», ni va a «responder ningún exabrupto» y no se va a «hacer eco de las faltas de respeto o de frases insolentes que algunos dijeron» por la nacionalización de YPF.
De la convocatoria participan funcionarios, dirigentes, empresarios y sindicalistas, que se hicieron presentes en el Salón de las Mujeres de Balcarce 50. Fueron notorias en la Casa Rosada las corridas que generó en todo el personal el poder organizar rápidamente una ceremonia.
En el salón están dispuestas numerosas sillas doradas cerca del púlpito que utiliza la Presidente para los actos. Entre los presentes hay funcionarios, como Guillermo Moreno, y otros representantes del dirigentes oficialismo y aliados; entre ellos se vio a la titular de Abuelas de Madres de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, los legisladores nacionales Carlos Kunkel, Héctor Recalde, Martín Sabattella, y Carlos Heller, además de miembros de la agrupación La Cámpora. También están los sindicalistas Ricardo Pignanelli, de Smata, y Hugo Yasky, de la CTA oficialista.