La presidenta Cristina de Kirchner anunció por cadena nacional el envío del proyecto de ley que limita la venta de tierras nacional a los extranjeros y fija como tope para compradores no nacionales las 1.000 héctareas. Aclaró que si la ley es sancionada no afectará los derechos adquiridos.
Según dijo en Casa de Gobierno, la decisión se tomó «tal cual lo habíamos anunciado en la Asamblea Legislativa (en marzo pasado)». En su esperado discurso anticipó que desde el Ejecutivo se remitirá este miércoles al Congreso el proyecto de ley de la Protección del Dominio de las Tierras Nacionales y calificó a ese recurso, a la tierra, como «indispensable y no renovable».
La Presidenta contó que el proyecto es «muy sencillo» para evitar un «compendio de discusión» porque también «planteaba cómo debería utilizar la tierra, y mi experiencia como legisladora me indica que cuando se quiere sacar una ley perfecta no se logra», afirmó, y por ese motivo se quitó la fijación del uso.
Además, aclaró que «es una ley perfectible y mejorable» y que desde el oficialismo «no estamos cerrados a los cambios», aunque instó a los legisladores a que «lo traten con celeridad» y puso énfasis es una iniciativa nacional y no estatal. «Es una ley de pocos artículos que tiene por objeto conservar en el dominio nacional, no estatal, ya que es una cuestión de todos los argentinos y fundamentalmente de los que tienen capacidad para invertir y hacer producir la tierra», manifestó.
La mandataria detalló que en la norma también se incluye la realización de un relevamiento nacional de la posesión de las tierras y la creación de «un registro único de tierras rurales», que -indicó- permitirá tener «un cuadro de situación». «Tenemos un profundo de déficit de la información del estado dominial de las tierras rurales porque los registros de propiedad son provinciales», advirtió, y dijo que la iniciativa establece un plazo de 180 días para realizar el catastro nacional.
En esa línea aclaró que la sanción de la ley no afectará los derechos adquiridos. «Quiero que quede claro porque sino sería cambiar las reglas del juego de aquellos que adquirieron las tierras de buena fe. Cuando resulte del catastro que supera el 20% no habrá cambios. Queremos ser un país serio, normal, y justamente un país es serio y normal cuando protege sus recursos naturales».
Según comentó, el límite al dominio extranjero es del 20% de la totalidad de las tierras nacionales y por la falta del relevamiento «no sabemos si está cumpliendo o si tiene excedente».