La ex presidenta Cristina Kirchner resaltó hoy que «como espacio progresista» Unidad Ciudadana y fuerzas aliadas no debe presentarse como «la contra» de otros modelos. Además, expuso un discurso de análisis de qué es el neoliberalismo y cómo esa construcción política genera desigualdades en Argentina.
Al participar del primer Foro Mundial del Pensamiento Crítico de Clacso en el club Ferro Carril Oeste, la ex presidenta rechazó que dicho encuentro de intelectuales y referentes políticos y sociales del campo progresista y de izquierda sea una «contracumbre» del G-20.
«Nosotros como espacio progresista debemos acostumbrarnos a no presentarnos como la contra, sino como el espacio político y social que excede la categoría de izquierdas y derechas para ingresar decididamente en una nueva categoría de pensamiento, y es la de pueblo», enfatizó.
Asisten a la exposición de la líder de Unidad Ciudadana, entre otros, el premio nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, el ex canciller Jorge Taiana y los diputados del Frente para la Victoria Leopoldo Moreau y Agustín Rossi.
El neoliberalismo y la condición humana
“El neoliberalismo exaspera los aspectos mas negativos de la condición humana. La igualdad es una construcción política, no está implícito en la condición humana, genera nuevas subjetividades. El neoliberalismo trabaja sobre esos objetivos de forma negativa, en contra de la igualdad que venía en solidaridad hacia los trabajadores y los sectores que menos tenía. El neoliberalismo exacerba también el individualismo y la meritocracia. Si tenés trabajo es porque te lo ganaste vos, y si no, es porque no tenés la capacidad. No es más un problema del Estado, es un problema tuyo», dijo Cristina después de contar un marco histórico sobre el nacimiento del Estado de Bienestar después de la Segunda Guerra Mundial para evitar que el comunismo entrara en países capitalistas y que, debilitada la Unión Soviética, la construcción política que se impuso, desde los gobiernos de Margaret Thatcher y de Ronald Reagan, el neoliberalismo.
Y enseguida llevó el análisis a la situación argentina y la instalación de esa meritocracia. «Hay mucha gente que se levanta temprano y se acuesta tarde y hoy ya no tiene trabajo. Una parte es mérito personal, pero por otro lado, si no tenés políticas públicas quedás colgado del pincel. En los medios y en la sociedad se instaló el discurso de que el Estado te sacaba tu salario para dárselo a los vagos y a quienes cobraban la Asignación Universal por Hijo (AUH)», dijo y reivindicó ese tipo de políticas de Estado como una de las responsables de que la sociedad no termina de ponerse en contra del gobierno de Mauricio Macri: “¿Saben por qué la gente se aguanta tanto ajuste? Porque hay un colchón de entramado social que construimos nosotros, con la AUH, con jubilaciones, con empleo, con las movimientos sociales, que son hijas de nuestro propio gobierno. El grado de organización también se logra a través de conquistas a lo largo de esos 12 años y medio”.
Entre pañuelos verdes y celestes
En tanto, la líder de Unidad Ciudadana destacó que en el frente político opositor «no debe haber una división entre los que rezan y los que no rezan», ya que en el seno del movimiento «hay muchos pañuelos verdes pero también hay pañuelos celestes».
«No puede haber una división entre los que rezan y los que no rezan. División que no es nacional y popular. Es un lujo que no nos podemos permitir. Porque en nuestro espacio hay pañuelos verdes pero también hay pañuelos celestes. Tenemos que aprender a aceptar eso sin llevarlo a la relación de fuerzas», predicó la ex presidenta en su discurso en el marco de la llamada «contracumbre» del G-20 en Ferro que organiza Clacso.
Para la senadora del Frente para la Victoria, «el frente social, cívico y patriótico» debe «agrupar a todos los sectores que son agredidos por el neoliberalismo, que no es de derecha o izquierda».