La presidenta Cristina Fernández recibió esta mañana el alta médica en el Hospital Austral, donde había ingresado el miércoles para ser intervenida en la glándula tiroides por temor a un carcinoma, a la vez que los últimos estudios realizados sobre la glándula que se le extirpó descartaron «la presencia de células cancerígenas».
«El estudio histopatológico definitivo constató la presencia de nódulos en ambos lóbulos de la glándula tiroides, pero descartó la presencia de células cancerígenas, modificando el diagnóstico inicial», indicó el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro.
En ese sentido, el vocero agregó que la «histología fue informada como adenomas foriculares, por lo que de acuerdo a este favorable diagnóstico el equipo médico consideró que el tratamiento aplicado es suficiente, no siendo necesario la administración de yodo radioactivo».
En el comunicado de prensa, se detalló que Cristina Fernández «descansó normalmente y se encuentra en óptimo estado general». Fue trasladada en helicóptero a la residencia de Olivos, en compañía de sus hijos Máximo y Florencia, donde continuará con su recuperación tras ser intervenida en la glándula tiroides por temor a un carcinoma.
En otro escrito, la presidenta y su familia agradecieron «a todas las personas, militantes, personalidades políticas del extranjero por su muestra de afecto y preocupación por su salud» y «a Dios y al pueblo argentino por las bendiciones recibidas», al tiempo que brindó su reconocimiento al «equipo profesional de médicos y a los empleados del hospital Austral».
Cerca de un centenar de militantes de diferentes agrupaciones kirchneristas pasaron la noche de vigilia en la puerta del centro médico.
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