Al hablar en el plenario de presidentes del bloque que se desarrolla en el Centro Cívico de la capital sanjuanina, Cristina, Mujica y otros mandatarios presentes buscaron también que la cuestión rioplatense permita llevar un mensaje de paz a la convulsionada región andina.
El cruce de cumplidos comenzó con la mandataria argentina quien afirmó que el acuerdo con Uruguay para el control de la pastera instalada en Fray Bentos y al resto de la cuenca del Río Uruguay «es una buena noticia para toda la región».
«Ese conflicto era una sombra que aleteaba los encuentros del Mercosur. Por eso quiero agradecer al presidente (José) Mujica y a nosotros los argentinos por el esfuerzo que hemos hecho para superar esta diferencia», exaltó la jefa de Estado.
Delante del mandatario uruguayo, Cristina Kirchner puntualizó que se ha «podido lograr un acuerdo en Olivos que tiende a superar diferencias y que es una muy buena noticia para todos los integrantes de la región».
«Es bueno elegir métodos de consenso por el que ambas partes ponen y deponen posturas para arribar a un acuerdo», subrayó y también se congratuló por haber tenido con los mandatarios uruguayos «el tino y la prudencia de no oscurecer los encuentros anteriores del Mercosur».
Tras la intervención del mandatario paraguayo Fernando Lugo, Mujica también jerarquizó el entendimiento alcanzado con la Argentina porque «inauguró una política» de control ambiental, y subrayó que todos los ríos de América latina van a necesitar el mismo tratamiento que se le va a dar al río Uruguay.
Dirigiéndose a Cristina Kirchner, Mujica remarcó: «Usted habló del conflicto, tal vez no nos demos cuenta, obligados por la necesidad, pero inauguramos una política».
«Inauguramos una política -retomó- de saber cuál es la realidad de uno de los grandes ríos que componen nuestra historia. Ineludiblemente todos los ríos de América latina van a necesitar un mecanismo de este tipo para decirnos y saber cuál es la verdad porque sólo después de conocer la verdad nuestra gente empujará para ir modificando nuestras verdades y cuidar esos ríos que son verdaderos patrimonios nuestros».
Por eso, evaluó el mandatario uruguayo con su particular estilo, «no hay que temerles a los conflictos sino a la esterilidad de los conflictos cuando no dejan nada y no son más que mera confrontación».
«La contradicción enseña. Entonces hemos hecho un acuerdo que es mucho más que un acuerdo: hemos arrancado una política que es fundamental para las generaciones que van a venir», reforzó y completó: «Demasiados desaguisados ha hecho el hombre, pero hace 50 años no había pescaditos en el Tamesis donde surgió el capitalismo industrial y hoy hay, todavía no se pueden comer pero ya va a llegar» este tiempo.
Previamente, el ex líder tupamaro había sobrevolado el conflicto al señalar que la victoria del Mercosur será total cuando los pueblos estén integrados y concientizados sobre la importancia de ese acercamiento.
«Nuestros pueblos no paralizan fábricas ni cortan carreteras reclamando la integración», subrayó.
El acuerdo fue destacado por otros mandatarios como el brasileño Luiz inacio Lula Da Silva y el chileno Sebastián Piñera, quien aseguró que la Argentina y Uruguay «han resuelto bien sus problemas» y eso «deber servir como ejemplo para toda América latina».
