En una sorpresiva conferencia de prensa, la presidente Cristina de Kirchner reapareció luego de la jornada electoral de ayer, y aseguró que el contundente triunfo que obtuvo en las primarias fue «un gran reconocimiento a la gestión y al trabajo».
En el acto que se llevó a cabo en Casa de Gobierno, la mandataria se mostró relajada y hasta se permitió bromear con los miembros de su gabinete que la observaban en las primeras filas. Incluso se permitió hacer comentarios jocosos como asegurar que «con (Amado) Boudou, estamos felices como Riquelme», en relación a un publicidad que tiene al mediocampista de Boca Juniors como protagonista.
También hubo retos para Florencio Randazzo («Atiéndame señor ministro del interior, le estoy hablando y no me está prestando atención») y para el vocero presidencial Alfredo Scoccimarro por problemas con un parlante («Ocupate, sos el secretario de prensa, que te quedas parado ahí»).
Cristina resaltó los logros de su gestión, pero también la de su marido, Néstor Kirchner. «Yo me rompí el alma durante estos cuatro años, y él también durante ocho», afirmó. Si bien consideró que «una presidente no está para hacer análisis electorales», evaluó que el resultado que obtuvo, con más del 50% del total de votos, «es un reconocimiento a una gestión». «Creo en los votos positivos», agregó.
«La gente votó una gestión que viene desde 2003, con aciertos con errores, reco
nocieron el trabajo», señaló. Y luego agregó: «Nunca nadie vota por una sola cosa, nadie es dueño del voto de nadie. Los ciudadanos no tiene propietarios, se expresan libremente». Asimismo, confió que «nunca me la creí, milito desde muy joven» y afirmó que «aprendí más de las derrotas que de los triunfos».
Por otro lado, descartó una convocatoria a los sectores de la oposición como lo hiciera en 2009 tras la derrota del oficialismo en las elecciones legislativas, y consideró que el diálogo se dará en el Congreso. «Los partidos políticos en la Argentina, donde el ámbito por excelencia es el Parlamento, es por ahí deben pasar las cosas», lanzó. También exigió que se acelere el
tratamiento de la ley contra al extranjerización de tierras.
En la conferencia de prensa, la mandataria hizo una introducción y respondió preguntas de distintos medios -que fueron sorteados con anterioridad-, en las que se refirió a las primarias que se desarrollaron por primera vez ayer en el país, y remarcó el «récord de concurrencia electoral» que se registró en los comicios.
«Fue una jornada memorable, en la que inauguramos un sistema inédito en la historia institucional argentina, con el que hemos dado un salto cualitativo muy importante, al instalar un sistema que permite la apertura de los partidos a la sociedad, una especia de democracia ampliada», sostuvo.
En ese marco, destacó como el «dato más sobresaliente» de la jornada de ayer fue el «récord de concurrencia electoral» que marcó el 77,82 por ciento del padrón que concurrió a votar, superando los niveles de la elección presidencial de 2007, cuando votó el 76,20 por ciento, y de las legislativas de 2009 en las que sufragó el 76,79.
Remarcó esa alta cifra de participación luego de que «muchos medios aseguraran que iba a ir a votar poca gente, que no había interés o poca difusión» y volvió a resaltar que la ciudadanía «actuó con absoluta libertad», adoptando un «rol activo» y en un «clima de alegría».
Al ser consultada sobre la convocatoria a los distintos sectores que hizo ayer en su discurso, Cristina dijo que tanto con empresarios como con sindicalistas se reúne «cotidianamente» y que «sería imposible gobernar sin dialogar con ellos».
En tanto, dijo que el «ámbito» para el diálogo con los partidos políticos de la oposición es el Parlamento, donde «están representadas todas las fuerzas», dijo que los acuerdos «deben traducirse en políticas concretas para la gente» y aprovechó para pedir el «pronto tratamiento» de la ley de tierras que envió al Congreso.
En otra de las preguntas, la mandataria fue consultada sobre posibles cambios de gabinete para un segundo mandato, si triunfa en las elecciones del 23 de octubre. «Primero cazemos la liebre y después vemos como se arma el guiso. Oportunamente veremos», contestó.
También destacó como «muy bueno» el gesto del reelecto jefe de gobierno porteño y líder del PRO, Mauricio Macri, quien la llamó desde Europa esta mañana para felicitarla por el triunfo.
«Le pregunté cómo estaba vestido y me dijo con bermudas, en un crucero por las costas italianas. Suertudo él», dijo risueña la Presidenta, en referencia a que cuando Macri logró la reelección en la ciudad recibió el llamado de felicitación de Cristina «en calzoncillos», según él mismo reveló.
Otra de las preguntas estuvo referida al sistema de boleta única, que ya se aplicó en las elecciones provinciales de Santa Fe y Córdoba.
Al respecto, Cristina mencionó las dificultades en la aplicación de ese sistema en esos distritos y, si bien indicó que no está «cerrada a ninguna discusión», manifestó su preferencia por el sistema que se viene aplicando actualmente a nivel nacional.
En ese sentido, remarcó que las boletas de colores y con las fotos de los candidatos que se aplicó en las primarias de ayer por primera vez -sumado a la publicidad electoral en los medios de comunicación- permitió «una identificación mejor» de los candidatos y sus propuestas.