La presidenta Cristina Fernández lanzó ayer el plan Progresar (programa de respaldo a estudiantes de Argentina), que apunta a jóvenes de entre 18 y 24 años “que no estudian, no tienen trabajo o tienen trabajo informal”. Se trata de una ayuda económica de 600 pesos mensuales y abarcará a un millón y medio de personas. Los beneficiarios deberán inscribirse en la Ansés, aunque la mandataria aclaró que el programa “lo financia el Tesoro nacional”. Para percibir esta asignación, los chicos tendrán que presentar como contrapartida los certificados de inscripción y regularidad en escuelas primarias o secundarias, carreras terciarias o universitarias o cursos de oficios.
En su primer discurso del año, tras más de un mes sin actos públicos, la presidenta catalogó al Progresar como “una nueva política de Estado, que más que programa es un proyecto de vida para todos los argentinos”.
“Estos chicos son los hijos del neoliberalismo”, remarcó, al tiempo que llamó a marchar “hacia la utopía de una sociedad totalmente igualitaria”.
En ese marco, la jefa del Estado subrayó: “Estamos consolidando un sistema de seguridad social sin precedentes en nuestra historia”. Así lo expresó al hablar por cadena nacional desde el Salón de las Mujeres del Bicentenario de Casa de Gobierno. “Pienso que muchos de los problemas que atraviesan nuestros jóvenes es (por) la pérdida de las utopías”, indicó la presidenta.
En este sentido, Cristina detalló que el nuevo programa beneficiará “al 78 por ciento de jóvenes que carecen de empleo y están en los dos niveles de más bajos recursos” de la Argentina.
“Esta medida nos va a permitir reducir el índice Gini, que mide el grado de desigualdad de una sociedad. Estaríamos batiendo un récord, al ubicarnos por debajo del 0,3 por ciento”, anticipó la mandataria.
Acompañada por legisladores, ministros de su gabinete, dirigentes de organizaciones sociales, sindicales y estudiantiles, Cristina aseguró que “el Estado sólo no puede” y que “ningún gobierno puede trabajar en soledad”.
Y agregó: “Hay que ir a los territorios y trabajar junto a los que más lo necesitan, les estamos dando a los ciudadanos instrumentos que le arrebataron otros por culpa de demasiadas décadas de ausencias. En diez años no se puede resolver todo”.
Gremios, 2015 y militancia
La presidenta llamó a defender los “derechos” conquistados y se declaró “despojada de toda ambición” de cara a 2015. En un discurso que se extendió por poco más de media hora en la Casa Rosada, la mandataria apuntó a quienes cuestionaron su ausencia en público e ironizó: “Espero que nadie critique la cadena nacional, después de tanta demanda de presencia”.
En tanto, convocó a un debate “a todos los sectores” sobre “qué se identifica como políticas de Estado”. “Debemos tener un debate sano entre todos los sectores, políticos, económicos, sociales, religiosos. La Argentina ya no aguanta más idas y retrocesos. Estoy totalmente despojada de toda ambición. Y lo saben quienes me acusaban de ser una ambiciosa de poder”, recalcó la mandataria.
A la vez, confirmó que el gobierno recibirá a los gremios, en medio del inicio de la discusión por las paritarias. “Creo que es fundamental la movilización y la participación popular para la defensa de estos derechos. Vamos a reunirnos más adelante con los trabajadores para discutir otras cosas también”, indicó la presidenta y denunció que hay sectores a los que les está “molestando un régimen de plena ocupación”.
También aprovechó la ocasión para hablarle a la militancia juvenil desde uno de los balcones internos de la Rosada y desde allí confirmó que mañana viajará a Cuba para participar de la cumbre de la Celac.
