La presidenta Cristina Fernández llegó Francia, donde participará desde mañana de la Cumbredel Grupo de los 20 y mantendrá una reunión bilateral con el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
Luego de un viaje de 14 horas, Cristina arribó a las 13,30 (hora argentina) en el avión Tango 01 al aeropuerto de Niza, acompañada por los ministros de Industria, Débora Giorgi, de Trabajo, Carlos Tomada, y de Agricultura, Julián Domínguez, desde donde se trasladaron a Cannes.
Para la jornada de hoy, desde las 17 de la Argentina, está previsto que la jefa de Estado, junto a Tomada y Timerman, reciba a referentes sindicales de distintos puntos del mundo, en el Hotel Majestic, donde se alojará durante la cumbre que reúne a las potencias económicas con países en desarrollo.
Desde mañana, la mandataria participará de la cumbre que tendrá como eje a la crisis financiera que afecta principalmente a Europa.
Por su parte, la jefe de Estado presidirá por la mañana un panel sobre «Seguridad Alimentaría» en el encuentro del sector empresario de los países del G-20, por lo que brindará un discurso y tendrá a su cargo la coordinación del debate, que será de carácter cerrado.
Luego, a las 12,30 (8,30 hora argentina) se trasladará hasta la Sedede Festivales y Congresos de Cannes, donde será recibida por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, junto a los otros mandatarios del G 20.
Adenás, Cristina Kirchner participará de dos sesiones que se extenderán hasta las 18,30 (14,30 de Argentina) en la que se discutirá la «Situación Económica Global», un «Plan de Acción para el Crecimiento» y la «Dimensión Social del Comercio».
El viernes habrá una sesión de trabajo sobre «Regulación Financiera» a la que luego se sumará otro encuentro en el que los jefes de Estado del G 20 tratarán el eje «Agricultura, energía y volatilidad de los precios de los commodities».
Para el viernes, cuando haya culminado el encuentro de países del G-20, se realizará el encuentro entre Obama y la Presidenta, gestionado la semana pasada por la Casa Blanca, que supone un acercamiento entre ambos países luego de varias desavenencias.
Allí, el presidente norteamericano podrá plantear su preocupación por la supuesta influencia iraní en la región, mientras quela Presidentasolicitaría cooperación para arribar a un acuerdo con el Club de París, que permita acceder a nuevos créditos internacionales.