«El búnker de la alegría», se convirtió el Hotel Intercontinental, la sede elegida por el Frente para la Victoria. Apenas se comenzaron a conocer los datos de las bocas de urnas, con prudencia los funcionarios y militantes evitando aventurar porcentajes no dejaban de comentar en los pasillos «Arrasamos en todo el país»; «Ganamos hasta en la Capital»; «También en Córdoba», agregaban mientras continuaban los abrazos y felicitaciones.
Temprano comenzaron a llegar los jóvenes de La Cámpora para copar la calle con sus banderas y sus bombos. En tanto, y si bien se espera que Cristina de Kirchner recién venga después de las 21 horas, ya se pudo ver al secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, de Medios, Juan Abal Medina; el vocero presidencial, Alfredo Scocimarro, entre otros.
Se emitieron 700 invitaciones y se acreditaron 300 medios de comunicación. En principio, y de confirmarse rápidamente la tendencia de una victoria aplastante de Cristina, tanto su candidato a vicepresidente, Amado Boudou como los miembros del Gabinete, se estiman que se presenten en el escenario del segundo subsuelo más cerca de las 23. Una de las primeras en llegar fue Hebe de Bonafini como numerosos representantes de los derechos humanos o de la comunidad gay.
Los allegados al entorno presidencial no solo están contentos por el resultado sino también por el hecho que los comicios se llevaron a cabo con normalidad y que hubo una gran asistencia. «Tuvimos también mucha suerte«, razonaban en una confesión no exenta de humildad » el día ayudó». De confirmarse que Cristina podría haber superado holgadamente el 40% incluso desde el oficialismo reconocen que la falta de un opositor claro también contribuyó a la victoria. Edgardo De Petri, diputado nacional, eufórico señaló «la gente prefiere a Cristina y no a otro candidato y superamos ampliamente el 40%.
Lo único que empaña -aunque muy un poco- la alegría en este bunker es que Eduardo Duhalde pueda quedar en un segundo lugar, pero se consuelan que la diferencia con Cristina igualmente es muy «considerable» . En Gobierno veían con buenos ojos que el segundo candidato sea Ricardo Alfonsín y que Eduardo Duhalde sufra una aplastante derrota.
Para los kirchnerista de paladar negro la victoria la explican en que ningún candidato tiene un «modelo de país» y que el kirchnerismo supo «capear» dos crisis: «sacar el país del infierno» y enfrentar la «peor crisis internacional». Señalan que los logros no solo fueron de índole económico también avanzaron en revindicaciones postergadas como la Ley de Medios, el Matrimonio Igualitario y la Asignación Universal por hijo, entre otras medidas sociales.
Cuando se les pregunta por temas urticantes como la inflación o el estilo confrontativo no dudan en replicar, «la gente no compra los discursos mediaticos». Y, si los resultados se confirman va a ser difícil discutir estos argumentos.