A escaso mes de haber rendido sus «respetos» a los capos tribuneros que dominan los paraavalanchas, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, pidió hoy a los dirigentes de clubes de fútbol que «entreguen las listas» con los nombres de los barras bravas para aplicarles el derecho de admisión y no dejarlos entrar a los estadios.
«Yo lo que creo que los clubes deben hacer es entregar las listas, de hecho Randazzo me comentó el otro día que un club entregó listas y detuvieron a 25 personas, cuando iban a hacer su ingreso a la cancha; pero claro, obviamente, necesita de la colaboración de todos», sostuvo la jefa del Estado al término de un acto en Tecnópolis y al ser consultada sobre el combate a la violencia en el fútbol.
Es que el fin de semana hubo graves hechos en las afueras de Rosario, con el capo deLa Doce, Mauro Martín, herido de bala, en una emboscada de seguidores de los hermanos Di Zeo, quienes aseguran haberse bajado de la puja por el dominio tribunero. En total hubo cinco heridos allí y otros cinco heridos de bala en Parque San Martín por la disputa de dos hermanos por la jefatura de la barra del Deportivo Merlo.
El 30 de julio en Casa de Gobiernola Presidentasorprendió al presentar el sistema de acceso biométrico a los estadios al elogiar a los barras. «Mis respetos hacia ellos», ofrendó Fernández de Kirchner elogiando las arengas de los que están «colgados del paraavalanchas», el lugar que ocupan los capos de las barras. No obstante pedir las listas pese a que los dirigentes son reacios a extenderlas.
La Presidentapidió «no estigmatizar» a los sectores sociales más pobres con la violencia en el fútbol. «Hay todo un prejuicio con que tal o cual sector social protagoniza tal cosa, y vieron lo que pasó el otro día, cuando desde las plateas más caras de Boca, se tiró un cartel contra la gente», advirtió la jefa de Estado, en referencia al habitué a un palco cuyo abono cuesta miles de pesos al año.
«El fútbol -agregó- despierta pasiones en la gente que van más allá de la condición social, del nivel de educación o de la cultura» e incluso marcó que «aquellos que han tenido una oportunidad deberían comportarse mejor que las otras».
