La presidenta Cristina Fernández de Kirchner reclamó ayer que se “profundice este proceso de transformación de 12 años” y el peronismo “continúe” en el poder, en el marco del acto principal del 25 de Mayo durante el cual aclaró que lograr ese objetivo “no depende de una sola persona”. Frente a una multitud que asistió a la Plaza de Mayo, Cristina recordó a su esposo, el fallecido ex presidente Néstor Kirchner, de cuya asunción al frente del Poder Ejecutivo se cumplieron ayer 12 años.
“Quieren hacerle creer a la gente que es bueno que cada cuatro años cambie todo porque cuando cada cuatro años cambia todo es que todo sigue igual. Por eso, este proceso de transformación de doce años debe ser profundizado y debe continuar”, subrayó la mandataria en un discurso transmitido por la cadena nacional.
Junto al vicepresidente, Amado Boudou, gobernadores, legisladores, funcionarios del Gabinete nacional y dirigentes sociales y políticos, la jefa del Estado pidió que “los que quieren cambio expliquen a todos los argentinos qué cambio quieren”.
“Les pido a todos los hombres y mujeres de mi patria, a todos mis compatriotas, que cuidemos lo logrado, que nos ayuden a corregir los errores, que sin lugar a duda los hay, porque hemos trabajado mucho, porque nos hemos roto el lomo trabajando”, dijo.
En ese marco, sostuvo que la continuidad del peronismo al frente del gobierno nacional “no depende” de una sola persona y señaló que “cuando venís a cambiar la realidad en favor de las grandes mayorías” no deben esperarse “cariños y abrazos”.
“No se trata de irse o de quedarse. Es un proyecto colectivo, no de una persona. Depende de ustedes para que sea profundizado”, señaló Cristina en el último acto por el 25 de Mayo de su mandato.
La mandataria empezó su discurso con elogios al gobierno de su esposo y recordó que en su discurso de asunción, el 25 de mayo de 2003, ante la Asamblea Legislativa, “cuando decía que no iba a dejar las convicciones en la puerta de la Rosada algunos lo tildaron de setentista e ideologizado”.
“Los que son setentistas e ideologizados son los que quieren volver a los 90 o la violencia de los 70”, dijo la mandataria y definió al kirchnerismo como “el gobierno de la transformación y el cambio” y que a su marido “le tocó reconstruir y unir los pedazos de país que le habían dejado”. También destacó el “no al Alca” que encabezó Kirchner en 2005, junto a los expresidentes Lula da Silva (Brasil) y Hugo Chávez, entre otros, en la Cumbre de las Américas realizada en Mar del Plata, a la que asistió el entonces mandatario estadounidense George W. Bush.
En ese contexto, dijo que tiene la “certeza” de que el peronismo continuará gobernando el país a partir del 10 de diciembre próximo, “porque nadie vota para atrás, porque la gente vota para adelante, para el futuro, para la mejora”.
“Y ahora escucho que todos están de acuerdo con todos, ahora escucho que de repente la Asignación Universal por Hijo está muy bien, que no van a privatizar Aerolíneas, tampoco YPF… Por favor, busquen algún registro porque hace dos años decían otra cosa”, expresó la jefa del Estado dirigiéndose a la oposición.
Además, agregó: “Cada una de las veces que votamos esto en el Congreso lo hicimos en absoluta soledad, y a esto también debemos recordarlo porque las cosas no se hicieron por arte de magia, sino democráticamente”. Sostuvo que pese a que hay argentinos que no apoyan a su gobierno, “en el fondo, en algún pedacito, saben que las cosas y las decisiones políticas” del gobierno “eran las más importantes”. También señaló que el gobierno ha “forjado una nueva identidad democrática”, al subrayar que los “derechos humanos se han incorporado”.
Además, instó “a los dirigentes sindicales” a que “a partir del 10 de diciembre pongan la misma actitud y los mismos fundamentos para obtener beneficios para los miles de trabajadores” que sostienen hoy. “Si no lo hacen, les voy a decir a los trabajadores que cambien de dirigentes para seguir teniendo los mismos derechos y beneficios que tuvieron durante los últimos 12 años”, subrayó.
Tras el discurso, Cristina saludó a la multitud en medio de la algarabía y el show de fuegos artificiales, mientras sonaba la canción del grupo de cumbia Los Charros “Un amor como el nuestro”.
Los festejos en la Plaza
La Plaza de Mayo fue ayer, una vez más, el escenario de un festejo histórico que combinó la organización política y sindical con la salida familiar, todo bajo los símbolos del aniversario 205 de la Revolución de Mayo que congregó, según la agencia oficial Télam, a más de 800.000 personas que escucharon el mensaje presidencial.
Los primeros en llegar fueron los militantes del interior del país, que fueron ocupando el sector más próximo a la Casa Rosada, sobre la calle Balcarce, mientras que por la tarde se fueron acomodando en el sector medio de la Plaza organizaciones como La Cámpora, Kolina y el Movimiento Evita, entre otras muchas, con sus estandartes y banderas argentinas.
A las 16, cuando comenzó el festival artístico, llegaron las familias y grupos de jóvenes y fue entonces que la histórica plaza quedó colmada en todos sus espacios y calles laterales. El escenario montado sobre la Casa Rosada ofreció estímulos visuales en todo momento con una enorme pantalla colgada en la arcada de ingreso y otras rodeándola.
Los globos y los zeppelines sumaron también atractivo visual, surcando el cielo y marcando presencia política de movimientos sociales, sindicatos y dirigentes del espectro kirchnerista. No faltaron los disfraces, ni tampoco un pingüino gigante de peluche con la banda presidencial cruzada.
Cuando arrancó el festival, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, se acercó a la gente del primer cordón de la plaza y desde allí saludó y se sacó fotos. Un rato más tarde, sobre las 18, hizo lo propio el ministro de Economía, Axel Kicillof.
Antes y después del discurso presidencial, la gente disfrutó de música en vivo a cargo de la murga uruguaya Agarrate Catalina, Ana Prada, Buena Vista Social Club, Víctor Heredia, Fabiana Cantilo, David Lebón, Emilio del Guercio, Litto Nebbia y Bersuit Vergarabat, entre otros.
El lamento de Macri
El jefe de Gobierno porteño y precandidato presidencial del PRO, Mauricio Macri, lamentó ayer que el tedéum por el 25 de Mayo haya sido “dividido”, por la decisión de la mandataria Cristina Kirchner de asistir a la ceremonia de Luján. A la vez, Macri encabezó su último acto oficial por el 25 de Mayo como mandatario porteño y resaltó que el año próximo esta fecha será “un nuevo comienzo para los argentinos”.
“Lástima que el tedéum sea dividido. El año pasado lo habíamos logrado. No sé porque volvió a Luján la presidenta”, sostuvo Macri en declaraciones a la prensa al salir de la Catedral porteña. “Igual, lo importante es pensar en qué vamos a hacer nosotros a partir del 10 de diciembre, para construir con todo el país la relación que generamos con los vecinos de la Ciudad”, agregó el precandidato presidencial del PRO.
Luján fue escenario del último tedéum de CFK
La presidenta encabezó ayer su octavo y último tedéum por el 25 de Mayo en la Basílica de Luján, acompañada por su gabinete, el gobernador Daniel Scioli y representantes de otros países y credos. La ceremonia religiosa estuvo a cargo de arzobispo de la Arquidiócesis de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani, quien ante la mandataria pidió “cultivar una auténtica convivencia entre los argentinos, una mayor justicia social y solidaridad”. Para su último tedéum, Cristina eligió Luján y días atrás explicó que decidió trasladarlo allí por su devoción por la Virgen de Luján y su deseo de recorrer las obras de restauración que había ordenado su difunto esposo Néstor Kirchner.
En su homilía, Radrizzani bregó también por más trabajo, salud y educación y llamó a “preservar los valores cristianos del pueblo”. El arzobispo cerró su mensaje con una cita del papa Francisco para instar a la unidad de los argentinos: “Caminemos juntos, cuidémonos los unos a los otros, cuídense entre ustedes, cuiden a los niños y a los viejos, que no haya odio y peleas, dejen de lado la envidia, no le saquen el cuero a nadie, dialoguen”.