Poco a poco se van conociendo algunos detalles de cómo será el acto de asunción del nuevo período presidencial de Cristina Fernández de Kirchner. Desde el Congreso, el vicepresidente electo, Julio Cobos manifestó su intención de ponerle la banda y tomarle el juramento. También se habló de la posibilidad que sea el Titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti y últimamente, desde el Congreso al conocerse que asumirán las nuevas autoridades del Senado, se dijo que el nuevo presidente provisional podría colocarle la banda presidencial a Cristina marcando dando inicio a su segundo mandato.
Sin embargo, en la Casa Rosada, comentaban que la Constitución no establece en ningún artículo como debe ser el traspaso de mando en el caso de un presidente reelecto, pero explicaban, «dado que es la máxima autoridad del país seguramente ingresará a la Asamblea Legislativa con la banda puesta y hará el juramento de rigor en primera persona», acotó. En este caso sería Cristina Fernández de Kirchner la que se colocaría a sí misma la banda presidencial. Resulta de toda lógica que el presidente de un país no pueda jurar ante un funcionario de menor rango.
El 10 de diciembre, será un día de muchas emociones donde la ausencia de Néstor Kirchner estará presente, por esta razón es que trascendió que la intención de Cristina es que sea un acto tranquilo.
Luego de jurar en el Congreso, concurrirá a la Casa Rosada para recibir el saludo de los mandatarios extranjeros que concurrirán a la jura, si bien oficialmente no trascendieron los presidentes que confirmaron su presencia, se descartan que la mayoría de los mandatarios del UNASUR estarán presentes.
A continuación, tomará el juramento en el Salón Blanco a su nuevo gabinete y es de esperar que al menos, «los candidatos lo sepan la noche anterior para invitar a sus familiares», bromean en la Rosada ante el hermetismo total que existe en torno a quienes acompañaran a la primera mandataria.
Por las dudas, más de uno se está probando su mejor traje o trajecito sastre.
