La presidenta Cristina Kirchner hizo ayer un llamado a los empresarios a “no bajar los salarios” de los trabajadores y les pidió resignar un “cachito” la rentabilidad y traer “la plata que se llevaron afuera” para impulsar más inversiones.
“No señores, para aumentar la inversión hay que disminuir un cachito la rentabilidad, o traer alguna de la que se llevaron afuera y ponerla acá. Nada de achicar la demanda. No, no, no, porque achicar la demanda es muy simple, es achicar los salarios”, advirtió la jefa del Estado.
La presidenta interpeló a los empresarios al encabezar en el partido bonaerense de Campana el acto de lanzamiento del nuevo modelo HR-V de Honda, acompañada por los ministros de Economía, Axel Kicillof, y de Industria, Débora Giorgi.
La mandataria alertó que “no hay ninguna otra manera, por más que te la quieran explicar los economistas de cualquier manera”, en abierta alusión a los especialistas que representan a los precandidatos presidenciales de la oposición.
En un acto que contó también con la presencia de los gobernadores Daniel Scioli (Buenos Aires) y Juan Manuel Urtubey (Salta), la jefa del Estado insistió en que “la única manera de achicar la demanda es reduciendo los salarios”, al indicar que “el que dice otra cosa les miente, les quiere enroscar la «bicha»”. Y exigió: “Que nadie nos quiera vender pescado podrido porque después de muchas décadas no estamos dispuestos a indigestarnos de nuevo”.
“Que nadie nos quiera vender pescado podrido, porque ya comimos muchas décadas pescado podrido y no estamos dispuestos a indigestarnos de nuevo”, insistió.
La presidenta inauguró la producción del nuevo modelo HR-V, del que se producirán 15.000 unidades anuales, y que tendrá en principio un contenido de piezas locales cercano al 21por ciento que se incrementará gradualmente. En una primera etapa, según se informó, el modelo demandó el desarrollo de 60 autopartes con proveedores nacionales, mientras la inversión total será de 250 millones de pesos.
Por su parte, el presidente de Honda Motor de Argentina, Hideki Kamiyama, destacó que la empresa se radicó hace 35 años en el país y que en 2006 inauguraron su primera fábrica, que produce 600 mil unidades de motocicletas en la planta de Florencio Varela.
Remarcó, además, que en 2011 hubo otro hito con la apertura de la planta automotriz en Campana, que demandó una inversión de 350 millones de dólares, ha duplicado la cantidad de empleados, y cuenta actualmente con 1.200 “asociados”, como prefieren llamarlos los japoneses. En tanto, el CEO regional de Operaciones de Honda Sudamérica, Issao Mizoguchi, saludó “el inicio de producción y exportación del nuevo modelo”, que creará un “nuevo segmento en el mercado local”.
Desde Campana, la mandataria mantuvo una videoconferencia con la provincia de Tucumán, para dejar inaugurada la planta piloto de Biotecnología en Proimi, donde se contactó con el gobernador, José Alperovich.
Kicillof: “No nos extraña”
El ministro de Economía, Axel Kicillof, afirmó ayer que “son las políticas” adoptadas desde 2003 las que han posibilitado que la industria automotriz adquiriera una capacidad productiva que le permitiera mantenerse aún en momentos en que en otros países, como en Brasil, hay crisis y merma en su producción.
Kicillof dijo que “estos diez años fueron de explosión en términos de capacidad productiva en la industria automotriz, solventada por el crecimiento de poder adquisitivo que permitió que el mercado se robusteciera”, y aseguró que “este incremento en las ventas es lo que justifica las inversiones” anunciadas por Renault, Nissan y Honda en estos primeros meses del año. “A nosotros no nos extraña porque son las políticas domésticas las que generaron las diferencias con respecto a otros países”, subrayó el ministro.
Visita de comunidad Armenia
La presidenta recibió ayer en Olivos al primado de la Iglesia Apostólica Armenia, Kissag Mouradian, y a representantes de esa comunidad, luego de que el papa Francisco reconociera días atrás de manera oficial el genocidio armenio a manos del imperio turco, al cumplirse el centenario de ese episodio. El encuentro tuvo lugar en medio de las fuertes críticas de Turquía contra el Papa.