Luego de recibir el 2012 en familia, Cristina Fernández de Kirchner partió este mediodía de la localidad El Calafate rumbo a Buenos Aires a bordo del avión Tango 01. Después de poco más de tres horas de vuelo, la Presidenta y sus familiares más cercanos arribaron a la ciudad para ultimar los detalles previos a la operación que debe someterse en 48 horas por el cáncer de tiroides. La mandataria despidió el año junto a sus hijos, su madre Ofelia Wilhem, su suegra María Ostoic, su nuera Rocío, y otras personas del círculo íntimo.
Es que el miércoles está pautada la operación para extraerle el carcinoma papilar de la glándula tiroides en el Hospital Austral de la localidad bonaerense de Pilar. Esa intervención estará a cargo del doctor Pedro Saco, uno de los especialistas más reconocidos sobre cáncer de cabeza y cuello, quien calificó como «un privilegio» la tarea asignada y se manifestó «optimista» sobre la recuperación de la mandataria.
La operación durará entre una y tres horas, aproximadamente, y está previsto que se le extraiga la glándula tiroides, encargada de recibir hormonas desde el cerebro y regular el metabolismo del cuerpo. Por eso, durante la internación que se extenderá durante 72 horas, se le administrarán las hormonas necesarias para contrarrestar la ausencia de la glándula. Pasada la primera semana de posoperatorio, se estima que la mandataria se instalará en la residencia que posee en El Calafate, donde habría dejado todo preparado para su regreso. La licencia médica durará al menos 20 días y el Poder Ejecutivo estará a cargo del vicepresidente Amado Boudou.
Ámbito Financiero reveló que para las horas previas a la operación la espera una agenda mínima de actividades. Se realizará los análisis prequirúrgicos necesarios y mantendrá algunos encuentros breves con sus ministros y Boudou.
Tanto el Ejecutivo como los directivos del hospital cerraron filas para no ofrecer detalles de la internación. Sin embargo, se sabe que por razones de seguridad se despejará todo un piso del edificio durante la operación.
Para evitar la presencia de curiosos, en el Hospital Austral extremaron las medidas de seguridad. Desde la semana pasada en el hospital se derivan o postergan turnos que no sean urgentes para las últimas semanas de enero próximo o febrero, para así evitar en lo posible una alta circulación de pacientes durante los días en que la Presidenta esté internada en el establecimiento.
El centro de salud está construido a partir de una torre principal con dos edificios a los costados. La entrada de los pacientes está unificada en un solo ingreso flanqueado por vigilantes y el escritorio de admisiones. La guardia está separada del edificio principal y tiene una entrada totalmente independiente. Así, será muy complicado que la prensa o las personas que se acerquen al predio del hospital y probablemente se tengan que resignar a esperar novedades en la avenida Perón, donde se encuentra la reja de entrada al edificio. Desde este lunes, un grupo de militantes K del Movimiento Evita ya instalaron algunas banderas en el frente para dar apoyo. A su vez, desde este martes a la medianoche otro grupo de kirchneristas realizarán una vigilia en Plaza de Mayo por la salud de la Presidenta.