La presidenta Cristina Fernández de Kirchner exhortó a la ONU a sancionar antes de la próxima Asamblea Anual una tratado internacional que establezca una marco regulatorio para las reestructuraciones de deuda soberna.
Al disertar ante la 69º reunión anual del organismo en Nueva York, la mandataria acusó a los fondos buitre de «terroristas económicos» y ratificó que la Argentina seguirá «pagando» sus compromisos con los acreedores.
«Es un momento muy particular, no solamente del mundo, sino también de mi país», aseguró al inicio de la exposición. «por eso quiero hacer una reflexión sobre las palabras con las que abrió la Asamblea, el secretario general Ban-Ki Moon, donde repasó parte de los problemas, tragedias y calamidades que conmueven al mundo. Textualmente afirmó que estas turbulencias que hoy sacuden al mundo ponen en peligro la multilateralidad. Pero creo sinceramente que parte de los problemas del planeta, en lo económico y financiero, en terrorismo y seguridad, en integridad territorial, en guerra o paz, se debe a lo contrario: a la ausencia de una multilateralidad efectiva, concreta y democrática», enfatizó.
En ese marco, la mandataria agradeció y felicitó a la Asamblea General por la aprobación de la resolución votada por 124 votos positivos a favor de «abocarse» a la construcción de una convención que genera un marco jurídico regulatorio para las restructuración de deuda soberana. «Es una tarea que nos debíamos», consideró.
«Siempre reclamos la reformulación de los organismos de seguridad y del Fondo Monetario Internacional (FMI), partiendo desde lo que le había pasado a la Argentina», recordó, y afirmó que la Nación es un «triple leading case» en materia económica y financiera, en terrorismo y seguridad, y en integración territorial.
«Ahora la crisis (del 2009) comienza a amenazar a las economías emergentes, que fueron las que sostuvieron el creamiento económico de los últimos años», alertó, y recordó el default de 2001. En esa línea, rememoró una frase del fallecido ex presidente Néstor Kirchner que sostenía que los «muertos no pagan sus deudas» y que «es necesario desarrollar y crecer para pagar».
«Con un nivel de 160% del PBI no era solo un problema del país, sino que los acreedores habían prestado a tasas usurarias debían asumir parte de ese endeudamiento», advirtió la jefa de Estado, al repasar la historia reciente del endeudamiento. «Hoy el FMI reconoce el crecimiento económico de la Argentina entre 2004-2011 es el tercero en calidad global, solo superado por Bulgaria y China, y es el mejor en América latina, con el mejor salario y jubilación del región», remarcó.
«Nuestro gobierno no fue el que declaró el default, somos los que nos hicimos cargo y pagamos más de u$s 190.000 millones desde 2005, con dos reestructuración de deuda con una aceptación de 92,4%, y desde allí de pagó regularmente», manifestó.
Luego, lanzó un breve repaso sobre los recientes arreglos de deudas. «Hace pocos meses negociamos la deuda con el Club de París, que se inició en 1956, cuando yo tenía 3 años y nuestro ministro de Economía (Axel Kicillof) ni si quiera había nacido. Pero también regularizamos la situación de los juicios ante el Ciadi y llegamos a un arreglo con Repsol, tras la expropiación del 51% de las acciones de la empresa petrolera YPF. Todo esto lo hicimos con recursos propios, sin acceso al mercado de capitales, porque desde 2001, Argentina tenía vedado el acceso a los mercados. Fue un proceso de inclusión social sin precedentes, y lo iniciamos desde la banca rota absoluta», destacó.
En otro tramo del discurso, que duró 35 minutos, se refirió al origen del calificativo «fondos buitre» para describir a los inversionistas especulativos. «No es un término acuñado por ningún líder populista sudamericano, ni gobernante africano, que han sido grandes víctimas. Uno de los primeros en nombrarlos fue el primer ministro inglés Gordon Brown, que dijo son ‘indignos morales que restan esfuerzos para resolver los problemas de la salud y la educación de las sociedades'».
Al referirse a los buitres que impiden la continuidad de la restructuración, se preguntó: «¿Quienes son? El 1% de los que no entraron a la restructuración de la deuda. Se especializan en compra de bonos o títulos defaulteados para luego establecer juicios en distintas jurisdicciones para obtener ganancias exorbitantes, aunque no hablaría de ganancias, porque se les ha otorgado en un tribunal de aquí, de Nueva York, una tasa de más de 1.600% en cinco años», señaló.
«Hoy obstruyen el cobro de quienes confiaron en la Argentina, de ese 92,4%. Celebro que esta Asamblea haya tomado el toro por las astas, y espero que antes que se celebre la próxima reunión, hayamos construido, hayamos podido arribar, a ese marco regulatorio de deuda soberana para que a ningún otro país le pase lo que le pasa a la Argentina», declaró, y ratificó que «vamos a pagar la deuda pese al acoso de los fondos buitres».
En esa línea, acusó a los acreedores que no ingresaron a los canjes de hacer «terrorismo económico y financiero» y denunció que «amenazan y hostigan con acciones sobre la economía provocando rumores, infamias y calumnias».
«No solo son terroristas lo que andan poniendo bombas, también son terroristas los que provoca miseria, pobreza y hambre», agregó. «No podemos solo ver la superficie de los fenómenos, sino adentraron en las causas de lo que pasa», exhortó.
