Luego de que el gobierno provincial hiciera público que dentro de sesenta días presentará un nuevo marco regulatorio para Aguas Santafesinas SA en la Legislatura provincial, en donde la modificación más importante será la eliminación y reemplazo de la tarifa plana por un sistema segmentado donde el costo variará según la zona donde viva el cliente y el valor del servicio se establecerá de acuerdo con el consumo, las repercusiones ya han comenzado a surgir. Consultados por este medio, los diputados provinciales del PJ Alberto Monti y Luis Rubeo coincidieron en la necesidad de hacer eje en la cantidad de agua que en cada inmueble se utiliza, pero criticaron que el coste también dependa de la ubicación geográfica.
En la jornada de ayer, el ministro de Aguas y Servicios Públicos, Antonio Ciancio, sostuvo que el próximo viernes presentará en Rosario un nuevo marco regulatorio para Assa y que, en dos meses, el proyecto será enviado para su tratamiento a la Legislatura provincial. Las dos modificaciones esenciales se basan en la sustitución de la actual tarifa plana por un sistema de sectorización. Así, ya no se priorizarán las dimensiones del lote o la vivienda sino su ubicación. Actualmente, la sociedad del Estado brinda el servicio sanitario en quince localidades santafesinas que pasarían a regirse por este sistema si prospera la iniciativa. También se destacará el uso “comercial” que se tenga del agua (por ejemplo, un lavadero de coches) y un precio de la tarifa según el consumo. Para ello, el Ejecutivo buscará financiar la ampliación del plan de micromedición que en Rosario no supera el 16 por ciento de los clientes residenciales.
Tanto la tarifa segmentada y la tipificación de los usuarios, como la recarga a quienes más consuman, se realizará sobre la base de fórmulas polinómicas. El nuevo esquema que Ciancio presentará ante la Legislatura recopila el trabajo de una comisión de seguimiento conformada por ambas cámaras legislativas y necesita la aprobación de Fiscalía de Estado. La intención es que el proyecto también sea debatido públicamente en asambleas y se incluya en la nueva normativa (que reemplazará a la ley privatista 11.220 que creó Aguas Provinciales y que aún sostiene la concesión de Assa) la participación ciudadana.
Consultados por El Ciudadano Alberto Monti y Luis Rubeo coincidieron en la necesidad de hacer eje en el consumo, pero criticaron que el costo también dependa de la ubicación geográfica del cliente. “Que la tarifa se implemente de acuerdo al consumo la verdad que me parece lógico. Lo que no comparto es la implementación por zonas. Creo que para sectorizar están las tasas contributivas, no los servicios. El sector donde uno habita no creo que sea un motivo para pagar más”, sostuvo el reutemista Monti.
Para el diputado del Bloque Federal, “cada uno tiene que pagar lo que consume; la prestación de un servicio se debe basar en el uso. No sé cual es la diferencia que se plantea en este caso con la luz, por ejemplo, donde se abona exclusivamente de acuerdo al consumo”. “Desde ya que comparto que haya alguna ayuda social a los sectores más vulnerables, a quien no puede pagara la tarifa. El agua no se le debe negar a nadie; eso debe ser contemplado. Pero es el consumo lo que debe tenerse en cuenta, lo que debe ser considerado como eje”, volvió a insistir el legislador.
Por su parte, Rubeo manifestó que, a su entender, “en realidad lo primero que hay que hacer es comenzar a prestar un buen servicio. Hay que reponer las redes y después invertir en medidores. Acá tenemos la costumbre de planear las cosas al revés; primero buscamos cómo cobrar y después nos preocupamos por la calidad del servicio”.
Posteriormente, y ya en torno de la sectorización que se implementará, el legislador kirchnerista expresó: “La ubicación geográfica no quiere decir nada. No me parece justa la calificación por zonas. Un jubilado que vive sólo de lo que percibe y gasta muy poco de agua puede vivir, por ejemplo, en San Juan y Oroño en una vivienda en la que se quedó sólo y sin embargo sufriría igual un mayor aumento. También hay gente en Fisherton que gana entre mil quinientos y dos mil pesos por mes y sin embargo ésa sería una zona 1”. “La clasificación no garantiza nada”, sostuvo luego casi a modo de síntesis el diputado del Frente Para la Victoria.
La semana pasada se conoció públicamente la propuesta que Ciancio le elevó al Ente Regulador del Servicio Sanitario (Enress) para readecuar la tarifa con un 87 por ciento de suba en forma gradual y progresiva a lo largo de un año. Además, tanto el gobierno provincial, el Enress y la misma Assa reconocieron que la empresa de servicios públicos arrastra un desfase en la tarifa del 129 por ciento, siendo ésa la diferencia entre sus costos de producción de agua segura y lo que recauda de sus clientes.