La intendenta Mónica Fein recibió ayer a los presidentes de los 18 bloques políticos que integran desde ahora el Concejo Municipal con la clara intención de mostrar una gestión más abierta y dialoguista. Allí, en una mixtura de críticas y propuestas, los concejales expusieron aquellos temas que consideran prioritarios para ser tratados.
En un “ida y vuelta” que se dio en el Salón Belgrano del Palacio Municipal como escenario, la jefa comunal remarcó que los próximos ejes de su gestión serán “la convivencia y la lucha contra la violencia urbana y el delito”.
Según se remarcó desde el gobierno municipal este fue el primer encuentro de varios que se irán dando a lo largo del tiempo para intercambiar opiniones y propuestas. Aquí será central la figura del secretario de Gobierno, Gustavo Leone, quien actuará como nexo entre los dos poderes del Estado.
“Es necesaria la construcción de espacios de diálogo para evitar la conflictividad social. No creemos que una ciudad pueda desarrollarse si no tiene sostenibilidad económica, social y ambiental. Tenemos que demostrar además que el Ejecutivo y el Concejo, más allá de los debates políticos que vamos a dar, pueden unirse en temas concretos que resuelvan los problemas de los vecinos”, remarcó Fein tras el encuentro donde entregó a cada uno de los concejales una carpeta con los distintos acuerdos suscritos por el municipio, como aquel que se firmó en el Vaticano en relación al cambio climático y la esclavitud moderna.
“Hemos manifestado que los queremos juntos, defendiendo la ciudad para hacer lo mismo a nivel provincial y nacional, con una agenda común. Muchos de ellos nos han planteado los desafíos que tenemos que tener a nivel ejecutivo. Creo que esta es la manera en la que debemos trabajar, siendo mucho más abiertos, escuchando más al Concejo y juntos, escuchando mucho más a los vecinos. Vamos a generar una nueva etapa de la gobernabilidad con consenso”, se esperanzó la intendenta, quien además reconoció que había estado “complicado” el diálogo hasta el pasado 10 de diciembre entre la Intendencia y los concejales.
Repercusiones
Desde Unión PRO Federal, Carlos Cardozo contó que el principal planteo del bloque fue la necesidad de una presencia permanente del municipio en la mesa provincial de seguridad. “Por otro lado planteamos la necesidad de que el municipio, desde la Intendencia y desde el Concejo, opinen en las inversiones de grandes obras públicas, tanto provinciales como nacionales”, indicó.
En tanto, desde Iniciativa Popular, la concejala María Fernanda Gigliani dejó en claro antes que nada que repudiaba lo ocurrido la semana pasada con la votación a libro cerrado del presupuesto municipal. “Ese es un mal antecedente para una nueva etapa de diálogo. También hemos planteado, por lo menos desde nuestro bloque, algunos temas de planeamiento que nos preocupan, además del tema del respeto a las normas y de la necesidad de mayores controles por parte del municipio”, destacó.
En representación del bloque Radicales Progresistas, María Eugenia Schmuck, dijo que “así como desde el Ejecutivo se plantea una nueva etapa nosotros hicimos el planteo que esperábamos que sucediera lo mismo en el Concejo”.
“La verdad es que a veces somos los mismos espacios políticos y no podemos hacer una cosa en el Ejecutivo y otra en el Concejo, así que aspiramos a que en el cuerpo la gobernabilidad sea con todos los espacios políticos porque así corresponde y así lo decidió la ciudadanía”, subrayó.
Recién asumida y como única integrante del Frente Social y Popular, Celeste Lepratti, pidió darle prioridad al reclamo de los vecinos del predio de Cullen y Sorrento sobre los que pesa una orden de desalojo emitida por la Justicia. “Estamos hablando de un grupo muy grande de gente, más de 500 familias, que tienen dictado el desalojo para el próximo 15 de febrero. Mañana (por hoy) hay una audiencia donde está también citado el Estado en sus distintos niveles y nos parece que hacen falta respuestas para los vecinos más postergados y este es un ejemplo de todo esto”, siguió.
Por último –y en el mismo sentido que lo planteado por Gigliani– el concejal Osvaldo Miatello, del bloque Compromiso por Rosario, explicó que se le pidió a la intendenta “que no se repitan situaciones como la que se vivió con la aprobación del presupuesto”. “Me parece que convocar al diálogo luego de lo absurdo de un tratamiento de un presupuesto a libro cerrado es complicado. El presupuesto es un plan de gobierno donde concretamente se dice qué se va a hacer durante el año y si eso no se puede discutir quedan pocas cosas por las que hablar porque lo que no está en el presupuesto no existe o es muy difícil después implementarlo”, afirmó.
“Lo que planteamos fue acentuar la agenda social del municipio, nos parece que hay una deuda muy importante de la ciudad de Rosario en materia social. Obviamente está también el tema de la seguridad. Hay diversos temas para charlar pero fundamentalmente está la necesidad de respeto entre dos instituciones las cuales ninguna es mayor que la otra ni tiene más poder sino que se complementan”, concluyó.