Octavio Crivaro, precandidato a gobernador del Frente de Izquierda espera llegar a los 40 mil votos en las Paso para poder competir en las elecciones generales. “Los 40 mil votos son una proscripción que hace que los partidos históricos que nos llevaron a esta crisis tengan su lugar asegurado”. Además considera que ellos representan una lista de trabajadores que reflejan el problema del desempleo, de los derechos de las mujeres y de la juventud”.
—¿Cómo viene transitando esta campaña?
—Peleando nota a nota, volanteada a volanteada por cada localidad, tratando de superar los 40 mil votos, un piso que consideramos proscriptivo porque tiene como objetivo limpiarnos de las elecciones generales a aquellos que representamos listas de trabajadores, que hacemos el trabajo a pulmón y con militancia, para que se queden sólo los partidos tradicionales que son los que nos han llevado a una situación económica y social tan grave como la que estamos viviendo. Ese piso de 40 mil votos es mayor a la de ley electoral nacional. Porque exige el 1.5 del padrón, hay que pelear por ese objetivo y tengo confianza en que podamos lograrlo.
—¿Cuáles son los principales aportes que haría si llegara al gobierno de Santa Fe?
—Nosotros aspiramos a un cambio colectivo. Cada vez que logramos una banca a nivel nacional nos comprometemos. Venimos creciendo, la izquierda viene creciendo con Nicolás del Caño, Miriam Bregman y cada vez que conquistamos una banca creo hemos demostrado que de manera muy clara defendemos los intereses de los trabajadores, las mujeres y la juventud. Cuando fue la pelea de las mujeres por el aborto legal, es decir para no morir en la clandestinidad, nuestra bancada fue la única que dijo que íbamos a estar por este derecho. Cuando hay despidos están nuestros referentes y nuestros trabajadores ahí peleando. Y ese es nuestro compromiso. Obviamente que un cargo ejecutivo es algo muy distinto, pero nosotros aspiramos a un cambio colectivo que involucre a millones de trabajadores, de mujeres, jóvenes, jubilados y un poco nuestra presentación en estas elecciones busca difundir masivamente esa idea de la importancia de organizarse y de pelear sobre todo en un momento de una importante crisis, de la que estamos viviendo recién los primeros capítulos. El gobierno le dio la llave del país al FMI, pero el resto de las fuerzas de la oposición no dicen nada al respecto. Estamos haciendo una campaña donde llamamos a superar el piso y por otro lado llamamos a pelearle a ese plan que creemos que se puede derrotar.
—En Santa Fe hubo 24 años de gobierno peronista y 12 de socialistas. ¿Cuáles considera que son las deudas?
—Santa Fe es una de las provincias más ricas del país, venimos de años de crecimiento económico récord y el 64 por ciento de los jóvenes asalariados trabajan en negro. Casi 7 de cada 10. Una desocupación que vuelve a poner a Rosario al frente de los índices nacionales y eso afecta durísimo a las mujeres. Y al mismo tiempo las cerealeras facturaron durante el 2018 750.000 millones de pesos usando los puertos de Santa Fe. Gobierne el socialismo o el peronismo, quienes realmente detentan el poder son las corporaciones. Mientras se debate la ley de educación sexual en la Legislatura, los sacerdotes se reúnen con los senadores y se frena la ley. Se va a discutir un impuesto mínimo de ingresos brutos a las cerealeras para subsidiar el transporte, pero lo bloqueó Cargil, se discutió la ley de descanso dominical y los grandes supermercados lo bloquearon y está la otra pata, que es la mafia policial. Las grandes corporaciones siguen ejerciendo el poder y los gobiernos protegen esos intereses. Son negocios. La izquierda se dirige a todo el resto de las personas que sufren esa realidad social, los que alquilan, los que se quedan sin laburo, esos son los sectores a los que queremos llegar.
—Para llegar a las generales pidieron los votos de Ciudad Futura y del Frente Popular.
—Hicimos una reflexión general. Hay muchos votantes del kirchnerismo que no avalan la candidatura de Omar Perotti, porque los referentes principales lo llamaron traidor por votar las leyes de Macri, el pago a los buitres, el pliego de los jueces que terminaron beneficiando a los genocidas de la dictadura, las leyes de presupuesto, y hay mucha gente que no acuerda con eso y a ese votantes llamamos a votarnos. Y a nosotros nos hubiese gustado llegar a un acuerdo con Ciudad Futura y con Carlos Del Frade, ellos tenían la expectativa de ir con María Eugenia Bielsa, pero ella terminó yendo dentro del Peronismo con sectores conservadores como Silvina Frana, que votó en contra de ley de ILE, entonces creemos que sería importantes que nos apoyen para superar el piso proscriptivo. Pero todavía estamos a tiempo.
—¿Qué dicen las encuestas?
—Nosotros apostamos a pelear hasta el último momento, somos una lista de laburantes. Yo trabajo en el Ansés hace 15 años, Verónica Carrizo nuestra candidata a concejala es de esas jóvenes que va de trabajo precario en trabajo precario para poder estudiar, Jorgelina Signa candidata a diputada, es enfermera en el Hospital Eva Perón, y Daniela Vergara y Luciano Cáceres candidatos a senadora y a concejal, son docentes. Toda nuestra campaña está impregnada de la energía de pibas que surgen en la política a partir de pelear por sus propios derechos como el aborto legal. Docentes y laburantes, apostamos a eso. Y con la pelea que estamos dando creemos que vamos a pasar las Paso.