Desde este año, cada 30 de octubre tendrá un significado muy especial para los camioneros santafesinos porque (además de recordar el nacimiento de nuestro máximo ídolo popular) será la fecha de un reencuentro: el de nuestro sindicato y el resto de los camioneros del país en una misma organización común.
La decisión unánime de los trabajadores que integran nuestro espacio de volver a formar parte de la Federación Nacional en Asamblea General viene a hacer justicia a nuestra propia historia. Santa Fe fue miembro fundadora de la Federación en 1968 junto a un puñado de entidades dispersas por todo el territorio argentino hasta hacerla crecer y volverla la más poderosa del país, sobre todo desde la llegada de nuestro máximo referente Hugo Moyano a su conducción.
Decisiones sólo comprensibles desde las ambiciones de un grupo de personas en detrimento de los trabajadores llevaron a que Santa Fe, sin el consenso de los camioneros, fuera la única provincia desafiliada a esta entidad en toda la Argentina.
Depositarla de nuevo a este lugar que siempre nos identificó –y del que nunca debimos habernos ido– costó mucho. Por eso lo que se vivió en el camping de Luz y Fuerza de Venado Tuerto (a quienes agradecemos su generosidad y hospitalidad) fue emocionante. Mucho fervor, mucha felicidad, mucha ira contenida y finalmente liberada por tantos años de dificultades para tantos compañeros y compañeras que, desde distintos lugares, aportaron para llegar a este objetivo. Fue el último gran paso para volver a situar a nuestro sindicato en un lugar desde donde potenciar los beneficios de los camioneros santafesinos.
“Este es un momento histórico. En unos años van a decir que tuvieron el privilegio de estar hoy acá y de ser parte de esto”, decía nuestro Secretario General Juan Chulich, micrófono en mano, ante más de 250 compañeros presentes, para tomar real dimensión de lo que ha significado constituir un gremio nuevo, con todas las hostilidades (jurídicas, políticas, económicas, de violencia) que hubo que enfrentar. Pero ha sido la determinación de los propios trabajadores, del propio orgullo de los que día a día cumplen un rol fundamental en el abasto de nuestro país, lo que ha permitido llegar a este momento. La unión hace la fuerza para quebrar incluso las estructuras más consolidadas de jueces y fiscales que nos negaban arbitrariamente esta posibilidad.
Otro aspecto relevante a tener en cuenta es que la afiliación a la Federación además de tener esta importancia desde lo simbólico y emocional también le va a dar la posibilidad a nuestro sindicato de tener congresales en la mesa nacional donde se determinan los lineamientos fundamentales para todo el sector camionero. Sin dudas, una motivación más para nuestro sector.
Bombos y redoblantes, canciones, abrazos y puños apretados, felicitaciones retribuidas, calor y color (verde) fueron las postales de una nueva jornada que quedará grabada en la memoria del pueblo camionero santafesino. Como el 17 de octubre, día de la lealtad a Perón y desde este año a nuestro líder natural Hugo Antonio Moyano. Es que ahora, oficialmente, podemos decir que llegamos a donde queríamos. Por delante queda trabajar, esforzarse y devolver la dignidad a todos los compañeros y compañeras de nuestro territorio santafesino.