Por LUCAS REYNOSO- Elpais.com
Cuatro hermanos indígenas han sobrevivido 40 días en la selva colombiana. La noticia parece un milagro: salieron con vida del accidente aéreo en el que murió la madre el 1 de mayo y se mantuvieron a salvo en una selva en la que no entran los rayos del sol y que está repleta de animales peligrosos. La mayor de ellos tiene solo 13 años y tuvo que cuidar de sus tres hermanos, incluido un bebé que cumplió un año en esas seis semanas de vida agreste.
Hasta ahora la historia solo se conoce desde el lado de las Fuerzas Militares y de las comunidades que movieron cielo y tierra para encontrarlos con vida. No obstante, varios datos permiten reconstruir los 40 días de búsqueda:
Día 1: desaparece la avioneta
Una avioneta Cessna 206 desapareció el 1 de mayo sobre el río Apaporis, tras reportar una falla del motor. Cubría la ruta Araracuara (Caquetá) – San José del Guaviare, una zona selvática con opciones limitadas de transporte y en la que son habituales los viajes en este tipo de aeronaves precarias. Además del piloto, viajaban dos pasajeros adultos y cuatro niños de la comunidad uitoto.
La aeronave, fabricada en Estados Unidos en 1982, ya se había accidentado en junio de 2021 por la pérdida de potencia del motor. El aparato fue reparado sin consultar a la casa fabricante porque resultaba más barata la restauración. En junio de 2022, había recibido su más reciente certificado de aeronavegabilidad, el documento por el que el Estado avala que puede volar.
El día de la desaparición, la Aeronáutica Civil (Aerocivil) y las Fuerzas Militares crearon un Puesto de Mando Unificado (PMU) para buscar la avioneta.
Día 16: hallazgo de la aeronave
La Aerocivil confirmó el 16 de mayo que había encontrado la avioneta y, dentro de ella, los cuerpos de los tres adultos. El día anterior, habían hallado una pista: “Tras la intensa búsqueda con nuestro canino Wilson fue hallado un tetero, que pertenecería al bebé de 11 meses que viajaba a bordo de la aeronave”.
El paradero de los niños, hijos de una de las fallecidas, pasó a ser el centro de atención. Fueron identificados como Lesly Mucutuy (13 años), Soleiny Mucutuy (9 años), Tien Noriel Ronoque Mucutuy (4 años) y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy (11 meses). Los militares se unieron a indígenas de la zona para lanzar una operación de búsqueda, que llamaron Esperanza. A través de altoparlantes, reproducían audios con el angustioso llamado de la abuela de los niños en uitoto, su lengua nativa. Un tetero, unas tijeras y una manzana mordida daban indicios de que habían sobrevivido al accidente.
Con los días, se supo que los niños y su madre viajaban en el avión para encontrarse con el padre de ellos, Manuel Ranoque, un líder indígena que se había desplazado de su resguardo tras ser amenazado por guerrilleros. Los seis iban a reencontrarse en Villavicencio (Meta), para luego empezar una nueva vida en Bogotá.
Día 17: anuncio erróneo del rescate de los niños
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció el 17 de mayo que los cuatro hermanos habían sido encontrados con vida. “Después de arduas labores de búsqueda de nuestras Fuerzas Militares, hemos encontrado con vida a los cuatro niños que habían desaparecido por el accidente aéreo en Guaviare. Una alegría para el país”, escribió en Twitter después de que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) le informara que los niños estaban siendo trasladados río arriba hasta el puesto de mando de las autoridades.
El país se ilusionó por lo que parecía un milagro ya en ese entonces. Sin embargo, la Aerocivil y las Fuerzas Militares no confirmaron el hallazgo. Colombia estuvo en vilo durante horas, en las que el Ejecutivo se mantuvo firme en su anuncio y en las que las difíciles condiciones meteorológicas dificultaron que se corroborara la información.
Finalmente, el presidente rectificó y pidió disculpas. “Lamento lo sucedido. Las Fuerzas Militares y las comunidades indígenas continuarán en su búsqueda incansable para darle al país la noticia que está esperando”, comentó Petro. Días después, el 23 de mayo, el mandatario dijo que él no escribió el anuncio en Twitter y responsabilizó al ICBF por haberle pasado la información: “El trino es una comunicación oficial. No del presidente, sino del ICBF”.
Día 24: nuevos indicios de supervivencia
El Ejército informó el 24 de mayo que había encontrado nuevos rastros, a casi 600 metros del lugar donde cayó el avión: unos pañales usados, un accesorio de móvil, una toalla y unos tenis. Además, no había rastros de sangre que indicaran heridas de gravedad. Resurgió así la ilusión de encontrarlos vivos, pese a la dificultad de buscarlos en una selva donde no se ve más allá de 20 metros de distancia y donde los rayos del sol apenas alcanzan a pasar entre los árboles. “Esto alienta el titánico esfuerzo de la Operación Esperanza, donde más de 350 colombianos emplean todas sus capacidades para desafiar lo imposible y traer de regreso a los cuatro niños”, señalaron las Fuerzas Militares.
La comunidad y la familia no perdieron nunca la esperanza. “Yo ya he enfrentado muchas veces a esto. Tuve una hermana perdida casi un mes y luché hasta encontrarla, porque es una hermana muda, especial, y de igual manera ella retornó”, había declarado el padre de los niños unos días antes, en Noticias Caracol. Asimismo, Fany Kuiru Castro, lideresa indígena y prima de uno de los fallecidos, comentó el 25 de mayo en una entrevista con EL PAÍS que la comunidad ya dialogaba con el ICBF sobre cómo se recibiría a los niños: “Todos tenemos esperanza, por eso estamos programando recibirlos con caldo de pescado, casabe y caguana”.
Día 31: “Los niños perdidos en la selva están vivos. Si estuviesen muertos, ya los habríamos encontrado”
Pedro Sánchez, general de la Fuerza Aérea y comandante de la Operación Esperanza, no tuvo dudas el 31 de mayo durante una entrevista con EL PAÍS. Tenía plena seguridad de que los niños estaban vivos, pese a peligros como jaguares, tigrillos, serpientes y plantas venenosas. “Es un ambiente totalmente inhóspito. Pero mantenemos la fe intacta. Hemos encontrado indicios de que están vivos”, enfatizó. “Sus cadáveres no han aparecido, estoy seguro de que ya los habríamos encontrado si estuvieran muertos”.
FUERZAS MILITARES DE COLOMBIA
Día 40: Rescate
Petro volvió a anunciar el 9 de junio el rescate de los niños. “Una alegría para todo el país. Aparecieron con vida los cuatro niños que estaban perdidos hace 40 días en la selva colombiana”, comentó en Twitter, junto a una foto de los menores. Esta vez la noticia era verídica y la alegría no tardó en brotar en todo el Gobierno, el Congreso, los medios y el país en general.
🇨🇴Gracias a la selva, los indígenas y todos los integrantes de la Fuerza Militar que estuvieron al frente de la #OperaciónEsperanza ✨, los niños aparecieron. https://t.co/WaDiGn19z2
— Bienestar Familiar | ICBF (@ICBFColombia) June 10, 2023
Los niños estaban deshidratados y con el cuerpo lleno de picaduras de mosquito. El Ministerio de Defensa informó que reciben atención médica en el hospital municipal de San José de Guaviare y que serán trasladados lo más pronto posible al Hospital Militar de Bogotá para que continúen con su recuperación.
El punto amargo del milagro es que no se ha encontrado a Wilson, un perro rescatista que se había perdido durante la búsqueda y que estuvo con los niños en algún momento, según unas huellas. El jefe de la misión en tierra había expresado hace unos días su ilusión de encontrarlo: “Creemos que Wilson está con ellos. Sería espectacular que el perrito estuviera con ellos, sería una buena compañía”.