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Crucero: suspenden la búsqueda de víctimas por cuestiones de seguridad

Los equipos de rescate que trabajan en el "Costa Concordia" suspendieron de forma temporal las tareas de salvamento. El buque registró un nuevo movimiento y no estarían dadas las condiciones de seguridad para el trabajo de los socorristas.

Los equipos de rescate que trabajan en el interior del crucero «Costa Concordia», que naufragó en aguas de la isla italiana de Giglio, suspendieron de forma temporal las tareas de salvamento, después de que se apreciara un nuevo movimiento del buque.

Durante la jornada está previsto que los especialistas utilicen de nuevo pequeñas cargas de explosivo para abrirse paso entre los restos de la nave e intentar localizar a la veintena de personas que todavía siguen desaparecidas, informaron los medios de comunicación italianos.

El pasado lunes los equipos de rescate ya se vieron obligados a suspender su actividad durante unas horas tras advertir un movimiento del barco, que yace sobre su lado derecho a pocos metros de la costa de la isla del Giglio.

Los equipos de salvamento trabajan a contrarreloj, ya que, según las previsiones, mañana habrá un oleaje más intenso, lo que podría impedir el acceso al interior de la nave, mientras los más pesimistas temen que pueda afectar a la inclinación que presenta le buque.

Uno de los temas que preocupa más ahora, además del rescate de la veintena de desaparecidos, es el de evitar el desastre ambiental que podría originarse si las cerca de 2.300 toneladas de carburante que todavía hay en el barco se vertieran al mar.

Los helicópteros que han sobrevolado la zona han avistado algunas manchas, que podrían ser de combustible ligero, aunque no se descarta que sean consecuencia de la actividad de las lanchas locales, por lo que se cree que serían de fácil evaporación, según los expertos,

Para la extracción del carburante se han trasladado hasta la pequeña isla italiana los expertos de la compañía holandesa Smit, que trabajan con el fin de asegurar el barco para poder proceder después a vaciar el combustible.

Según los últimos datos facilitados por Costa Cruceros, propietaria del buque accidentado, hasta el momento, el número de muertos en el naufragio asciende a 11, mientras otras 22 personas siguen desaparecidas, entre ellas la peruana Erika Soria, de 26 años, que trabajaba como camarera en el «Costa Concordia».

Mientras los equipos de rescate trabajan en las aguas de Giglio, la actividad judicial prosigue en Grosseto en torno al comportamiento del capitán del barco, Francesco Schettino, a quien la Fiscalía acusa de homicidio culposo múltiple, abandono de nave y naufragio.

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