Santa Fe, que el miércoles 15 de noviembre cumplirá 450 años de historia, tiene un gran arraigo con la cultura cervecera y es la ciudad de la Argentina que cuenta con mayor consumo per cápita de esta bebida y choperas por metro cuadrado, datos que la vuelven un referente indiscutido dentro del rubro.
En promedio, los santafesinos toman el doble de cerveza que la media del país (unos 80 litros vs. 43 litros) y además en la ciudad hay una chopera de consumo hogareño cada 340 habitantes, lo que le vale otro récord nacional.
¿Por qué en Santa Fe hay tanto apego por la cerveza? La respuesta es simple: los registros indican que desde el Siglo XIX ya se importaba este tipo de bebida desde Europa y en 1884 en la ciudad ya se había fundado San Carlos, la tercera cervecería más antigua del país (hoy discontinuada) después de Bieckert en 1860 y Kleinmann en 1869 (esta última también está extinta).
En ese contexto la cerveza se fue haciendo muy popular en Santa Fe, una ciudad de mucha humedad y altas temperaturas durante el verano en la que esta bebida refrescante comenzó a ser la preferida por sus habitantes.
La importancia de la chopera en Santa Fe
En la Argentina la cerveza artesanal se puso de moda en el último tiempo y para 2015 tuvo un pico de popularidad en el que todo el mundo parecía conocer sobre el tema y descubrió lo que significaba tomar cerveza tirada, aunque en Santa Fe esta costumbre es cuanto menos centenaria y tiene un gran arraigo.
Desde que la Cervecería Santa Fe se instaló en la ciudad en 1912 se popularizo el consumo de cerveza tirada, o lo que anteriormente se conocía simplemente como “Chopp al hielo”. Rápidamente esta costumbre prendió entre los habitantes que comenzaron a comprar sus propias choperas para destinar al consumo hogareño y usar en cumpleaños y fechas festivas.
Daniel Llinás, brewmaster de la cerveza artesanal santafesina Palo & Hueso, recuerda esos tiempos: “En los álbumes viejos de fotos familiares sobre bautismos, casamientos y fiestas de 15 es muy común ver que en los festejos siempre había una chopera. De hecho, cuando entrabas en la juventud lo mejor que podía enseñarte tu viejo era cómo pinchar un barril: él decía que era algo que me iba a servir para toda la vida. Había que hacerlo de una forma específica y con mucho cuidado: hubo muchas personas que perdieron un ojo por culpa de un espadín”.
La cultura del liso santafesino
El liso es un patrimonio cultural santafesino: se trata de un vaso de 250 c.c. que hoy está presente en la mesa de todos los restoranes y bares de la ciudad. Se usa desde hace 93 años y tiene una historia muy interesante para ser contada que se detalla a continuación.
Corría el año 1930 en Santa Fe y las crónicas de ese momento detallan que la cerveza tirada se servía en jarras hasta que Otto Schneider, que en ese momento era el maestro cervecero de la Cervecería Santa Fe, eligió un vaso sin tallar y pidió al barman que se lo llenara de cerveza pero que le dejara “dos dedos de espuma” en la parte superior.
Sin proponérselo, y solamente por experimentar una nueva vía de consumo, el inmigrante prusiano terminó creando una moda que dura hasta nuestros días y que es furor: según datos provistos en 2022 por la Cervecería Santa Fe en la ciudad se venden unos 9 millones de lisos al año.
La importancia cultural del liso en Santa Fe es tan grande que desde 2014 todos los 11 de diciembre se celebra en la ciudad el “Día del Liso”, en el que los restoranes y bares locales tienen promociones y descuentos especiales para celebrar esta fecha. Otro momento importante del calendario cervecero santafesino es el 22 de enero en el que se festeja el “Día de la Chopera Santafesina”.