Cuando se está por hacer un asado, hay un momento clave, que es muy importante y requiere de conocimientos mínimos. Se trata de cuando hay que salar la carne, instante donde las personas se preguntan cuál es la diferencia de usar sal gruesa o sal fina.
Salar la carne es todo un reto, ya que además de hacerlo en el momento justo para sacarle el máximo de los provechos a los diferentes cortes de carne, hay que tener un “tacto” especial para no abusar de la sal y que después no se pueda comer el asado de lo salado que pueda quedar.
Hay personas que están acostumbrados a salar la carne del asado con sal gruesa. Otros, en cambio, lo hacen con sal fina. Y otra parte usa directamente sal entrefina, la que se comercializa hoy en día para el asado (sal parrillera).
Diferencias en ponerle sal gruesa o sal fina a la carne del asado
Sazonar la carne del asado con cualquiera de las dos sales, tiene sus ventajas y desventajas.
Principales características de un asado salado con sal gruesa y sal final:
- La sal gruesa y la sal final se diferencian por el tamaño de sus cristales
- Al tener cristales de diferentes tamaños, tienen propiedades distintas, por lo que algunas se adaptarán mejor a algunos cortes de carne que otros.
- La sal fina es muy versátil, se disuelve rápidamente y penetra de manera muy fácil en la carne.
- La sal fina sobre la carne, realzará e sabor inmediatamente, aunque a muchos no les gusta porque sostienen que penetra la carne y puede secarla en su interior.
- La sal gruesa demora en disolverse y el salado de la carne es más lento.
- La sal gruesa es más propicia para cortes de carnes grandes, donde la cocción es prolongada.
- La sal gruesa de destaca por tener un sabor más fiel e intenso.