Versiones remasterizadas de un clásico del cine nacional contemporáneo como es Mundo grúa, una producción que en su momento marcó el pulso del nuevo cine argentino y la carrera de su joven director, junto con Leonera, Carancho y Elefante Blanco, todos reconocidos films dramáticos del premiado cineasta argentino Pablo Trapero, se sumaron hace unos días a la oferta de la plataforma de contenidos streaming Netflix como parte de su catálogo especial «Hecho en Argentina», que busca potenciar la visión de producciones nacionales.
Mundo grúa, el primero de los film seleccionado, que el director estrenó en 1999 y a sus 26 años como su ópera prima, sigue la historia de Rulo (Luis Margani), un operador de grúas de cincuenta años que se aferra a un pequeño momento de fama en su pasado, aunque en la actualidad, divorciado y con un hijo adolescente a su cargo, intenta sostener su precario departamento y luchar contra la amenaza del desempleo tras una vida adulta con muchos altibajos.
Adriana Aizemberg, Daniel Valenzuela y Roly Serrano completan el elenco de la recordada y muy recomendable película que se filmó en la Ciudad de Buenos Aires y en Comodoro Rivadavia con un presupuesto obtenido mediante aportes de la Fundación Hubert Bals de los Países Bajos, el Fondo Nacional de las Artes y la Universidad del Cine, y que tras su estreno permaneció tres meses en la cartelera de las salas locales y le valió al realizador el premio al mejor director en la primera edición del Festival de Cine Independiente de Buenos Aires-Bafici.
Ya entre sus títulos más destacados, Leonera (2008), protagonizada por Martina Gusmán y que Trapero coescribió junto a sus colegas Santiago Mitre, Alejandro Fadel y Martín Mauregui, se centra en la compleja y muchas veces desgarradora cuestión de la maternidad en los centros penitenciarios, para lo que se utilizaron los penales de Olmos, Los Hornos, San Isidro y la cárcel de mujeres de San Martín como locaciones de la película.
El film, que fue parte de la Competencia Oficial del Festival Internacional de Cine de Cannes, también cuenta con actuaciones de Laura García, Elli Medeiros, Tomás Plotinsky, Roberto Maciel, Walter Cignoli, Leonardo Sauma y el brasileño Rodrigo Santoro, entre más.
En tanto, Carancho (2010) se suma como la primera colaboración entre el cineasta nacido en la localidad bonaerense de San Justo y Ricardo Darín, que en esta ocasión encarnó a Héctor Sosa, un abogado corrupto que vive de las víctimas de accidentes de tránsito, conocidos popularmente bajo la etiqueta del título.
Martina Gusmán, mujer de Trapero y de algún modo su actriz fetiche es Luján, una médica con problemas de adicción que establece un vínculo con el protagonista y que, en una relación que pasa del amor al odio y viceversa, termina buscando la manera de escapar junto a Sosa de sus difíciles y peligrosas realidades.
También coguionada por Trapero, Mitre, Fadel y Mauregui, Carancho tiene entre sus intérpretes a Darío Valenzuela, Carlos Weber, José Luis Arias, Loren Acuña y Gabriel Almirón, entre más.
Por último, Darín y Gusmán repiten roles principales junto al actor belga Jérémie Renier en Elefante Blanco (2012), una película sobre dos curas que trabajan junto a una asistente social en un barrio de emergencia porteño, donde pelean por resolver los problemas de sus habitantes, pero a pesar de las buenas y nobles intenciones, sus actividades los terminarán enfrentando con la jerarquía de la Iglesia y con el poder gubernamental, así como con el narcotráfico y la Policía, arriesgando sus vidas por defender sus principios y compromiso.
Elefante Blanco, que cierra la grilla, también cuenta en su reparto con Federico Barga, Walter Jakob y Edgardo Castro, fue nominada en la sección «Una cierta mirada» del Festival de Cannes, y le valió a Trapero el gran premio del jurado en la Competencia Oficial en el Festival Internacional de Cine de Quebec.