Por trayectoria internacional en algunos de los principales clubes del mundo (Benfica, Real Madrid, Manchester United y París Saint Germain), por haberse convertido en uno de los referentes contemporáneos de la Selección, indudablemente que el máximo emblema futbolístico surgido de El Torito no es otro que Ángel Di María.
Antes de que fuera Fideo, por su extrema delgadez, el apodo de Di María era otro. “Cuando Angelito jugaba acá, era chiquito y delgadito. Le decíamos el Carbonerito, porque vivía a dos cuadras y media del club y el papá distribuía bolsas de carbón con un camión para repartir en los comercios. En esos años no imaginábamos que nos iba a representar internacionalmente”, planteó el directivo Jorge Gallardo sobre el ex volante de Central que deslumbró en la canchita del baby de El Torito hasta los 10 años.
Por El Torito también pasaron otros jugadores que llegaron bien arriba en el profesionalismo como Julio Zamora, Roberto Sensini, Cristian Domizi, Eduardo Bustos Montoya, Rubén Bihurriet, Germán Herrera y Nery Domínguez, entre otros.
De todos ellos, “hemos recibido derechos de formación por el Chaqueño Herrera, provenientes de un equipo de Dubai. El delantero pasó de aquí a Central y después a San Lorenzo, al fútbol brasileño, a Emiratos Árabes, volvió a Brasil y luego a Central”, recordó Gallardo.
“Igual cuesta un montón cobrar los derechos de formación de un futbolista”, reconoció el directivo. “Y ahora estamos en tratativas de cobrar lo que nos corresponde por Nery Domínguez. Aquí jugó en baby, inferiores y hasta llegó a primera división. Estamos en tratativas de que nos abonen lo correspondiente por derechos de formación”, señaló Gallardo sobre lo que debe recibir El Torito de parte de Querétaro de México.
Inspirado en la marca Torino
Un 17 de agosto, día en que se conmemora el fallecimiento del general José de San Martín, fue fundado el Club Atlético El Torito. Ocurrió en el invierno de 1975, cuando un grupo de vecinos y amigos que se convocaban para jugar a las bochas en un club que llevaba el mismo nombre y estaba ubicado en Medrano y Freyre, decidieron armar un equipo de fútbol.
En primer lugar, este grupo de fundadores formó una subcomisión de fútbol y luego creó la institución. Inspirado en la marca automotriz Torino, conformaron un logo similar (un toro parado sobre dos patas) que quedó estampado en la antigua camiseta rojiblanca, a bastones verticales.
El color naranja de la camiseta de El Torito se instaló definitivamente en el año 78, en homenaje al fútbol desplegado por la selección de Holanda en los Mundiales de Alemania 74 y Argentina 78, que la llevaron a ganarse el mote de la Naranja Mecánica.
Un año después, en el 79, El Torito se afilió a la Asociación Rosarina de Fútbol tras haber participado en la Liga Ardyti, bajo la presidencia de Roberto Bravo.
La llegada de Ariel Cozzoni en el 97 reposicionó futbolísticamente al club. El ex goleador de Newell’s comenzó a trabajar con categorías infantiles. Un año después, el ex delantero fue elegido presidente en asamblea. Bajo su gestión, El Torito obtuvo la Personería Jurídica y el tan ansiado ascenso a la Primera División de la Rosarina.
La consagración en la Copa Pinasco se produjo en la temporada 2000. Un festejadísimo logro deportivo fue el más importante alcanzado por el club. Desde que se afilió a Rosarina, era la primera vez que jugaría el Torneo Molinas. Desde 2009, la cancha de baby de El Torito lleva el nombre de Osvaldo Juan Cozzoni, padre de Ariel, “en afectuoso recuerdo por su generosa dedicación a nuestro club”, como reza en una plaqueta recordatoria.