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“Cuando el espacio público se abandona lo ocupan las bandas”

Por Santiago Baraldi.- El arquitecto colombiano Giovanni Pérez Macías explica en qué consiste el llamado Plan Parcial que se aplica en su país.

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“La discusión pasa por cómo recuperamos el espacio público y no que la gente se esconda en las casas. Cuando se abandona el espacio publico lo ocupan las bandas; a la gente hay que incentivarla para que se adueñe de lo público, es más difícil venderle un porro a un pibe si hay diez personas caminando a su alrededor”, explica el arquitecto colombiano Giovanni Pérez Macías, quien hoy disertará en el Salón Puerto España en el marco del Seminario de Hábitat y Calidad Social que comenzó ayer (ver aparte). Pérez Macía expondrá su experiencia en la participación publico-privado en lo que en su país denominan el Plan Parcial, que consiste en llevar una planificación ordenada de la urbanización y con fuerte compromiso estatal en lugares donde hay terrenos baldíos o inmuebles que llevan años de abandono.

—¿Cómo resumiría la idea que realizaron en Colombia?

—El Plan Parcial está diseñado para darle plazos, por ejemplo, a un propietario de un terreno, donde en dos años debe desarrollarse o venderle a alguien que lo haga. El Estado no lo expropia ni confisca, sino que lo saca a subasta, lo obliga a que el “bien suelo” circule dentro de la economía, si se quiere de manera forzosa. La administración pública pone las reglas de juego y después dependerá de cómo se pare para hacerse respetar, la decisión política, establecer un régimen de deberes y obligaciones, qué cosas y con qué intensidad la ciudad los autoriza y, como contrapartida, qué infraestructura quedará para la ciudad. Cuando un intendente y su Concejo tienen decisión de, por ejemplo, resolver qué hacer con sus suelos vacíos, hay que ponerles reglas claras a sus propietarios, hay que sentarse a negociar para ver la ciudad hasta donde llega, con qué infraestructura va a dotar a ese desarrollo.

—En Colombia hicieron un trabajo desde la arquitectura para llegar a los barrios más vulnerables cooptados por narcos, ¿cómo fue esa experiencia?

—Uno de los indicadores del conflicto urbano es que el espacio público es cooptado por grupos que representan pandillas narcos y a donde el transporte público no llega, la ambulancia o la misma Policía no ingresan… es decir, zonas que parecen propiedad privada porque no cualquiera ingresa. El ex alcalde de la ciudad de Bogotá, Enrique Peñaloza, propuso unas premisas muy básicas, que habían sido implementadas en Medellín, donde planteó que había que democratizar la buena arquitectura, es una idea muy simple y muy potente al mismo tiempo: en medio de un morro, con asentamientos irregulares donde había alta delincuencia y bandas narcos, se llamaba a licitación para levantar una biblioteca pública, incluso, algunas de las que se construyeron ganaron concursos de arquitectura internacional; verdaderos centros culturales en medio de lugares muy densos que tienen jardín de infantes, talleres para adultos mayores y salones de usos múltiples. Las zonas periféricas de Medellín son las zonas montañosas, tapizadas de villas, y ahí hay una biblioteca de primer nivel que provocó un impacto en la comunidad. La gente se apropia del lugar, lo hace suyo y no hay lugar para la delincuencia, se recupera el espacio, la gente circula masivamente por la calle y los grupos mafiosos se retiran. Incluso se colocaron cables carriles para bajar a la gente de las lomas, escaleras mecánicas, todo el mensaje que se manda es muy poderoso, se reconoce a los ciudadanos, que siempre habían recibido lo peor de la ciudad, es una manera de decir: ustedes también son ciudadanos, también merecen llegar rápido a sus casas…

—Usted plantea sobre los barrios privados que el ‘urbanismo lote a lote lleva al despelote’, ¿cómo lo explica?

—El Plan Parcial rompe con la lógica donde, por ejemplo, en una ciudad, una persona tiene 10 hectáreas y va al municipio a pedir permiso para construir un barrio cerrado; hay que sentarse a una mesa y sentar posiciones. En los countrys hay una modalidad de hacer lote a lote es más dramático donde se comen territorio a una escala voraz, donde, como ocurre en Buenos Aires, donde en 400 hectáreas, se hace un uso ineficiente del suelo. El propietario va a decir que es de él y hace lo que quiere, hay una discusión sobre qué rol cumple la propiedad; pero es malo porque la ciudad sigue creciendo, con demandas habitacionales, la gente que ya no entra en la áreas más urbanas se instalan más allá de los countries, es algo muy dramático porque no hay infraestructura en esos lugares, mucho suelo para muy poca gente.

—Hay quienes se dejan seducir por una maqueta y compran un lote con cero infraestructura, una tierra de sueños que termina en pesadilla…

—Es lo que llamamos transferencias negativas, pasa en todas las ciudades latinoamericanas. Comprás el terreno el lunes y el martes vas al municipio a pedir el agua, la luz…Tiene que haber un Estado fuerte que diga a su ciudadanos, “mire, sepa que estos terrenos van a estar habilitables para el 2040, los tubos del agua y los cables de la luz estarán colocados para esa fecha”; eso es informar al mercado, el comprador que mira una maqueta, va a la municipalidad y averigua, después decide si compra o no. La maqueta del que lotea se ve muy linda, captura una renta que incluye lo que debería usarse para llevar infraestructura y le transfiere el gasto o inversión al resto de los ciudadanos. El desarrollador va a ir lo más lejos que pueda y muchas veces esas fronteras traspasan la ilegalidad, ahí debe intervenir el Estado, haciendo cumplir las reglas de juego, eso es producir ciudad.

Bonfatti pide apurar la ley de suelo

El gobernador Antonio Bonfatti expresó su deseo de que la Legislatura santafesina apruebe “lo antes posible” el proyecto de ley de suelo y hábitat, “para evitar que la tierra sea utilizada con fines especulativos”.

Bonfatti pronunció esas palabras en el discurso de apertura del Seminario de Hábitat y Calidad Social, que se desarrolla desde ayer y hasta hoy en el salón Puerto España.

El titular de la Casa Gris se refirió de esa manera al proyecto de ley que el Ejecutivo provincial envió a la Legislatura a principios de mayo, la cual promueve un conjunto de herramientas que contribuyen a la consolidación  de un marco legal más igualitario en materia de acceso al suelo.

“El texto está en sintonía con lo que venimos trabajando en materia de hábitat y vivienda desde la creación de la Secretaría de Estado del Hábitat, por disposición del gobernador”, dijo el titular de la cartera, Gustavo Leone. Y agregó: “El proyecto se funda en el crecimiento desequilibrado de las ciudades, un aumento en el valor del suelo y de la especulación inmobiliaria, en la falta de soluciones habitacionales para sectores de nivel de ingreso medio y medio bajo y en el desarrollo de loteos periféricos con problemas de infraestructura y servicios”.

“Por ello estamos promoviendo este proyecto, distintos instrumentos para ampliar la oferta de soluciones para la demanda, priorizando el acceso al suelo con servicios”, añadió Leone, quien aprovechó la ocasión para plantear que el objetivo de la normtiva es “redistribuir ingresos y recursos de aquellos sectores que ahorran en términos de bienes inmobiliarios de alta gama a sectores que no cuentan con suelo y vivienda”.