“Como todas las Navidades, dedicaré una parte de mis pensamientos a aquello. Y recordaré a mis amigos que nunca lograron volver a casa”, afirmó Greg Anderson, un veterano inglés de la Primera Guerra Mundial al hacer memoria sobre la conocida como “Noche de Paz”, una tregua en las trincheras que surgió hace cien años entre los británicos y los alemanes que, en algunos casos, se extendió por varios días. Este año, desde supermercados hasta la Unión de Fútbol Europea (Uefa) decidieron recordar el alto al fuego que generó un partido de fútbol entre alemanes e ingleses.
Al estallar la –por entonces conocida como– Gran Guerra en julio-agosto de 1914, los jefes militares afirmaban que el conflicto que recibiría el aporte de un novedoso arsenal industrial sería breve y que para la Navidad de ese año, todos estarían en casa. No fue la primera vez que los militares se equivocaron porque rápidamente, la guerra se empantanó en un enfrentamiento de trincheras que la extendió por cuatro años y costó la vida de alrededor de 10 millones de personas.
La primera noche de Navidad en el frente, agotados de los estallidos de bombas, de disparos y de muerte, en las trincheras empezaron a cantar villancicos. De pronto, los tiros dejaron lugar a los hombres, los trabajadores vestidos de soldados; los más pobres de la sociedad dieron una demostración a los más poderosos que los mandaban a matarse, salieron de las trincheras y comenzaron a con fraternizar con otros de otra nación. Ese día jugaron un partido de fútbol que dio el triunfo a los alemanes en Ploegsteert, Bélgica, y por la noche compartieron la cena, la charla y las risas como lo hubieran hecho con sus familias. Para recordar ese evento, que en varios lugares se transformó en una realidad que fue combatida por los jefes militares, los supermercados Sainsbury’s lanzaron una publicidad que recrea los sucesos y que logró 1,6 millones de reproducciones en YouTube. La Uefa se unió a la memoria de esa lección y su presidente Michel Platini inauguró un monumento en Ploegsteert. Hasta el videojuego bélico Verdun ha decretado su propia tregua y los jugadores se enfrentarán con bolas de nieve en vez de con balazos, según una nota de El País.