Los 10 allanamientos ordenados este miércoles por el fiscal de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos Miguel Moreno culminaron con siete personas detenidas y el secuestro de gran cantidad de dinero, en pesos y dólares, en la vivienda de uno de los apresados, el secretario general de la Uocra (sindicato de la construcción) seccional Rosario. La causa que dio origen a los procedimientos investiga una serie de extorsiones, atentados y disputa violenta para acaparar el negocio de las viandas a los afiliados del gremio. Otro de los detenidos es el jefe de la barra brava de Rosario Central, Andrés «Pillín» Bracamonte.
En la vivienda de Vergara, en barrio Alberdi, unos 300 metros hacia el este de bulevard Rondeau al 1300, personal de la Agencia de Control Policial (ACP) secuestró un total de 39.130.450 pesos y 18.300 dólares.
Además de Vergara y Bracamonte, los agentes detuvieron a otras cinco personas, todas ellas dirigentes de la Uocra. Los procedimientos se realizaron en domicilios particulares de Rosario, Puerto General San Martín, Granadero Baigorria, San Lorenzo, Capitán Bermudez, Villa Constitución e Ybarlucea. En este último caso, a la casa del barra de Central dentro del barrio privado Los Álamos, sobre la ruta nacional 34 a la altura del kilómetro 4. Además, fueron allanadas las sedes del gremio de la construcción de Villa Constitución y San Lorenzo.
En paralelo con la incautación de la fuerte suma de dinero en la casa de Vergara, fueron secuestrados teléfonos celulares, armas de fuego, dispositivos de almacenamiento informático, cartelería de la Uocra en domicilios particulares, cédulas de vehículos, un auto VW Fox, cheques y documentación relevante para la investigación.
La investigación del fiscal Moreno lleva ocho meses, pero los vínculos entre los jefes de la barra canalla y dirigentes de la Uocra comenzaron a estar bajo la lupa judicial hace tres años.
En julio de 2020, en una causa por lavado de activos, detuvieron en su vivienda de barrio Tablada a un allegado cercano de Pillín, Leopoldo «Pitito» Martínez, y en la vivienda encontraron indumentaria de la Uocra y camisetas de Central.
La disputa por el negocio de las viandas a los trabajadores de la construcción saltó también con la pesquisa sobre las balaceras a sedes del gremio de Rosario y Santa Fe perpetradas a mediados de julio pasado. Los indicios apuntaron a Cristian «Pupito» Avalle, vinculado a Los Monos y preso en Ezeiza sindicado como jefe de una banda polirrubro a la que asignan una serie de extorsiones, balaceras y homicidios. Entre sus variados objetivos figuraba, según dijo en octubre último el fiscal Franco Carbone, la incursión en los negocios legales de varios sindicatos por medio de aprietes y extorsiones. El funcionario judicial mencionó al Sindicato de la Carne, Empleados de Comercio, Recolectores de granos y Camioneros. También a la Uocra, aunque aclaró que, en principio, los gremios eran víctimas del accionar delictivo. Sin embargo, en una audiencia, el propio Pupito le sugirió a los fiscales que llamen a declarar a Vergara y Bracamonte. Una hipótesis es que la banda presionaba a la Uocra para que le «entregue» la parte del negocio de las viandas que no había sido cedida al barrabrava canalla.