Los trabajadores de Seguridad Privada de la empresa Centinela se movilizaron este mediodía hacia la Bolsa de Comercio contra el pago del aguinaldo en cuotas en la firma, a la que acusan por “discriminación en los pagos”.
“A los trabajadores en la Bolsa de Comercio le pagaron todo y en una sola cuota, y al resto de los trabajadores de Centinela les proponen cuotas”, denunció el secretario General de Sutca, Ariel Batricevich. El titular del gremio del sector explicó que son unos 500 trabajadores en total los que esperan el pago total del primer tramo del sueldo anual complementario: “Centinela depositó una parte del medio aguinaldo y pretende pagarlo en tres meses, 15 mil pesos en tres veces”, se contrarió Batricevich.
“El martes depositaron una parte, el 25 de julio sería la otra parte, y recién el 20 de agosto estarían depositando la última parte”, describió el dirigente. “Nos parece una tomada de pelo y una total discriminación, porque en La Segunda también se cobró completo el aguinaldo”, insistió.
El dirigente sindical confirmó que antes del fraccionamiento unilateral “hubo diálogo con la empresa”, y el Sutca se llevó la promesa de que los trabajadores cobrarían el aguinaldo en su totalidad. “Nos parece una discriminación a los otros compañeros que no están afiliados. Somos sindicato y defendemos a los afiliados y no afiliados”, manifestó Batricevich, y advirtió: “Si no hay respuesta endurecemos las medidas”.
En la Sanidad también
Por una situación análoga transita el gremio de trabajadores de la Sanidad (Atsa) de Rosario y la región, que se declaró en alerta ante la intención del sector de las clínicas privadas de pagar en cuotas el medio aguinaldo, que debe hacerse efectivo es los próximos días.”La mayoría de las empresas hicieron una propuesta de financiación”, confirmó el secretario General del gremio, Marcelo Liparelli. “Lo trataremos empresa por empresa y lo discutiremos con los cuerpos de delegados. Estamos en etapa de negociación sin conflictos por ahora”, marcó el dirigente sindical.
“Sabemos que en nuestra actividad se ha facturado menos; pero no se ha dejado de facturar y hay empresas que pueden enfrentar la situación. Otras no tanto, por eso veremos empresa por empresa”, explicó Liparelli.
El gremialista recordó que “la mayoría” de los sanatorios y clínicas privadas tuvo acceso al Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) de la Nación, por el cual el Estado pagó hasta la mitad de los sueldos de abril y de mayo. Por ello, el dirigente sindical abrió el paraguas ante la presión para fraccionar el primer medio aguinaldo de 2020. “Han pedido hasta cuatro meses de financiación. Por eso se debe contemplar cada caso”, marcó el dirigente, aunque insistió en que el sector recibió el ATP: “Y ahora no pueden venir con tantos meses para financiar aguinaldo”.
Liparelli destacó que el programa del gobierno nacional “fue un gran aliciente para las empresas, por más haya que alguna haya aprovechado la situación”. Y también resaltó el bono del gobierno nacional de 5 mil pesos para todos los trabajadores del área de la sanidad, que “vienen trabajando duro en la pandemia del Covid-19”.
“La presencia del gobierno nacional con el bono extraordinario y los ATP fue muy importante”, insistió el dirigente. “Lo del aguinaldo se puede acomodar, así que esperamos no llegar al conflicto”, cerró Liparelli, y confirmó que los trabajadores del sector cobraron también un bono de 3.000 pesos que se había acordado en paritarias.
En tanto, sobre el trabajo en el sector, con la mayor parte de los afiliados a Atsa declarados como personal esencial desde el inicio de la cuarentena obligatoria, explicó: “Seguimos con los controles para nuestros trabajadores en el marco de la pandemia y se están llevando a cabo en los sanatorios. Todos tienen hecho el triaje (corredor seguro) para el ingreso de posibles pacientes infectados, además de contar con los elementos de seguridad necesarios”.
De igual modo, el titular de Atsa admitió que puede haber todavía personal del sector fuera del convenio, especialmente en geriátricos y consultorios externos: “Es muy difícil el control por la informalidad que existe. Muchos no están registrados”, marcó Liparelli sobre el primer caso. Y respecto de los segundos, que recientemente volvieron al trabajo presencial, sostuvo que “muchos no cumplen protocolos y no entregan material de seguridad a los trabajadores”, por lo que se cursaron los reclamos pertinentes.