Personal policial demoró este fin de semana a al menos cuatro bonaerenses por comercializar loros en las vía pública en Rosario. Los procedimientos dejaron al descubierto las pésimas condiciones de cautiverio de las aves. Los ejemplares tenían el plumaje decolorado con agua oxigenada. Y varios estaban sin vida al momento del rescate. Instan a no contribuir con el maltrato animal.
La Brigada Ecológica de Policía Comunitaria indicó que uno de los operativos tuvo lugar en Pellegrini y Perú, zona oeste, este domingo. Por un llamado al 911 dieron con un bonaerense de 30 años que se encontraba vendiendo casa por casa unas 20 cotorritas que se encontraban hacinadas en una caja.
Cerca, en Barra al 1900, personal de Motorizada dio con otro vendedor, un hombre de 37 años oriundo de Merlo, Buenos Aires. También tenía una caja con loros verdes y amarillos, algunos de ellos moribundos y otros ya muertos.
Las fuentes del caso dijeron que los dos bonaerenses quedaron demorados en la comisaría 32ª. En total secuestraron 38 ejemplares, 6 de ellos sin vida.
El otro rescate tuvo lugar en la misma jornada, en barrio Tablada. En Colón al 3500 la Policía de Acción Táctica (PAT) interceptó a dos merlenses que, en dos cajas, trasladaban a 25 cotorras. Esta vez, todas con vida pero hacinadas y sin comida ni agua.
Las aves no eran más que cotorras argentinas que habían sido decoloradas con agua oxigenada para tornarlas bicolores y así hacerlas pasar por una especie “exótica”, indicaron las fuentes.
“Son loros verdes decolorados con agua oxigenada. Se terminan muriendo: no sean cómplices del maltrato”, dijo Daniel Ojeda Medina, jefe de la Sección Ecológica.