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Cuatro mujeres dejaron el cirujeo por un empleo

Trabajaban en el relleno sanitario y se sumaron al programa de recuperación de verduras en el Mercado de Productores. Distribuyen los tachos y clasifican los vegetales que sobran para repartirlos entre entidades solidarias.

Cuatro mujeres dejaron atrás un trabajo duro en el relleno sanitario para desempeñarse en el programa municipal público-privado de recuperación de verduras en el Mercado de Productores.

Romina, María Raquel, María Isabel y Silvia se juntan todas las mañanas en una esquina de barrio La Lagunita y se toman el colectivo para ir al trabajo. Atrás quedó un pasado duro de recolección en el relleno sanitario.Atrás quedaron días difíciles separando cartones, chatarra, botellas y plásticos. Días en que, si el clima no quería, no se salía a trabajar y no se llevaba nada a la casa.

Las cuatro trabajan en el Mercado de Productores distribuyendo los tachos en más de una veintena de puestos. Los recogen, clasifican la verdura, la limpian y guardan lo recuperado en cajones de 5 y 10 kilos que son repartidos a entidades solidarias.

Cambio de vida

María Raquel tiene 43 años. Desde los 10 y hasta hace seis meses trabajó en el relleno. De aquella vida recuerda “días en que se ganaba y días que no”, y que “cuando llueve y hay tormenta no se puede hacer nada”.

Ahora dice que su vida cambió un montón. “No paso frío, no me mojo, no me enfermo tanto”, comentó. “Hay días en que no tenía ni para comer. Si llovía no ibas a trabajar y no comías. Con la plata que gano acá me saqué una cocina que no tenía”, agregó.

Romina tiene 25 años. Desde hace un mes trabaja en el Mercado y dejó de separar residuos en el relleno sanitario, un trabajo que hizo desde los 13. Aunque empezó hace muy poco, ya siente un cambio en su vida. “Es un cambio muy grande para mí y para mis hijos.

Vuelvo contenta a mi casa. Mi hija me pregunta si estoy trabajando en otro lado”, contó y agregó:

“Acá venís, trabajás y te vas bien a tu casa. Te vas limpia y la gente no te está mirando”.

Esfuerzo y dedicación

“El Mercado es un mundo de hombres. Cuando llegaron las chicas a trabajar en la recolección de alimentos, hubo conflictos al principio. Con el tiempo se hicieron respetar y se las incorporó a una dinámica de trabajo que está pensada y formada a partir del hombre. Los comentarios eran que ellas no podían hacer ese trabajo de acarrear tantos kilos de alimentos, pero demostraron que sí podían hacerlo. Ya acarrearon 30 mil kilos

de frutas y verduras”, dijo Facundo Gómez, coordinador del programa.

A partir de un convenio entre la Municipalidad, el Banco de Alimentos Rosario y el Mercado de Productores el programa recupera los alimentos que en la comercialización de algunos puesteros podrían desperdiciarse y los distribuye a 185 entidades solidarias.

A cinco meses de la formalizarse la iniciativa se rescataron 30 mil kilos de frutas, verduras y hortalizas.

“Al principio tenía vergüenza. No me gustaba ir a pedir a los puestos porque nunca me había pasado eso, pero ahora estoy bien”, recordó María Raquel. Entre la timidez del inicio y ciertos prejuicios del sistema de trabajo el comienzo de la experiencia no fue fácil. A fuerza de trabajo, las cuatro mujeres comenzaron a ser valoradas y respetadas por todos.

“La gente acá en el Mercado nos felicita, nos dice que trabajamos muy bien”, dijo María Raquel. “Estoy contenta y tengo mucho respeto de la gente”, agregó Romina.

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