Tres policías, uno de ellos en disponibilidad, junto a un camillero que trabajaba en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) y otro civil, quienes se hicieron pasar por uniformados, comenzaron a ser juzgados este lunes por cometer un atraco cometido en una carnicería de barrio Empalme Graneros. Según la acusación fiscal, algunos de los acusados hicieron inteligencia previa en cercanías del local con un patrullero de la comisaría 12ª, de Solís al 85 bis, también en la zona noroeste. Luego el vehículo fue utilizado para llevar a dos de los miembros de la banda hasta el comercio, quienes cometieron el asalto y se fugaron en el auto oficial, el cual fue perseguido por vecinos hasta que fueron espantados a tiros. Se llevaron un botín cercano a los 20 mil pesos, pero terminaron tras las rejas. Ahora enfrentan pedidos de pena que van de 12 a 9 años y 4 meses de cárcel. El tribunal que lleva adelante el debate está integrado por los jueces Ismael Manfrín, Patricia Bilotta y Hebe Marcogliese.
El 19 de mayo de 2020 pasadas las 19, dos policías junto a otro en disponibilidad y un civil llegaron en un patrullero de la seccional 12ª hasta una carnicería, ubicada en avenida Provincias Unidas y Vélez Sarsfield.
De acuerdo con la acusación que llevó adelante la fiscal de Investigación y Juicio Juliana González, la camioneta policial era conducida por el subjefe de la seccional 12ª, identificado como Claudio González. Del vehículo se bajaron Daniel Esteban Vivas, quien se encontraba en disponibilidad y el camillero Leonardo Rubén Martínez. Entraron al local vestidos con uniformes policiales y simularon ser clientes.
Una vez dentro dieron el golpe comando, uno de ellos desenfundó un arma de fuego y amedrentó a los empleados y los clientes. Los redujeron y se llevaron la plata que había en la caja: unos 20 mil pesos, también una cadena de oro, un DNI y unos cinco celulares.
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Los asaltantes escaparon en el móvil policial, cuyo conductor los esperó cerca de la entrada del local. Esto fue advertido por algunas personas que estaban en la zona, quienes comenzaron a perseguirlos hasta que los “poliladrones” tomaron en contramano por calle Arévalo y al llegar a Colombia, el camillero del Heca, Leonardo Martínez, disparó unas cinco veces desde el interior patrullero hacia quienes los perseguían, dijo la fiscal
El rol de los uniformados
Para el subjefe de la 12ª, Claudio González que manejó el móvil y el subinspector Norberto Diep Asep de la seccional 20ª, la Fiscalía los acusó de participar en la planificación y organización del atraco. «Brindaron logística y ambos estaban a bordo del móvil policial previo a la perpetración del atraco», explicó la fiscal.
La funcionaria del Ministerio Público de la Acusación (MPA) describió que Claudio González dejó a Norberto Diep Asep en la esquina de la carnicería. El subinspector pasó caminando por la vereda del local y fue al encuentro del camillero del Heca y de otro civil, identificado como Mauricio Daniel Coppini, quienes llegaron al lugar a bordo de un Volkswagen Bora gris.
A las 17.30, Claudio González se estacionó enfrente de la carnicería y unos minutos más tarde subieron al auto policial, el subinspector de la 20ªy el camillero, luego se sumó Coppini y los cuatro observaron los movimientos en el comercio para planificar y organizar el robo que se efectivizó dos horas más tarde.
Tenencia
A Mauricio Coppini además lo acusaron de tener una pistola Taurus calibre 9 milímetros en su casa durante un allanamiento llevado a cabo el 28 de julio de 2020.
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Pedido de penas
La fiscal acusó por el delito de robo calificado por el uso de arma de fuego apta para el disparo y por cometerse en lugar poblado y en banda a los cinco hombres. Para Mauricio Daniel Coppini al delito de robo le sumó el de tenencia y pidió 9 años y 4 meses de prisión efectiva.
Al subinspector de la 20ª, Norberto Oscar Diep Asep, de 40 años, se le sumó al robo la calificación de haber sido ejecutado por miembros de la fuerza policial. La Fiscalía pidió 12 años de cárcel, también para Claudio Ramiro González y para Daniel Esteban Vivas, de 32 años, al que además le sumó el delito de ostentación ilegítima de insignias o distintivos porque este empleado policial estaba en disponibilidad.
Al camillero Leonardo Rubén Martínez, de 45 años, lo acusó por robo calificado por el uso de arma y por haberse cometido en poblado y en banda, abuso de armas, ostentación ilegítima de insignias y pidió 10 años de prisión, como cuenta con una sanción anterior reclamó una unificación de la sanción en 13 años.
