Tarascones, una de las obras teatrales más elogiadas de la cartelera porteña, llaga a Rosario con dos funciones en La Comedia (Mitre y Ricardone), el sábado 13 mayo a las 21, y el domingo 14 a las 20.
Estrenada el año pasado en el Teatro Nacional Cervantes, y ahora de gira, se trata de una pieza escrita por Gonzalo Demaría, uno de los dramaturgos más requeridos del momento, bajo la dirección del talentoso Ciro Zorzoli, con las actuaciones de un elenco de grandes actrices, integrado por Paola Barrientos, Alejandra Flechner, Eugenia Guerty y Susana Pampín.
La obra describe el encuentro de cuatro amigas, Zulma, Martita, Estela y Raquel, señoras de clase acomodada, que se reúnen para compartir una taza de té, charlar y jugar a la canasta. Un hecho inesperado, un crimen, altera el programa y convierte el living de la casa de Raquel en la “hoguera donde se ejecutará a la bruja malvada”.
Tarascones es una pieza que parte del costumbrismo para desplazarse hacia otros géneros: del drama de clases a la farsa, del policial a la gauchesca, de la comedia negra a la épica. Construida a partir de distintos moldes estróficos, es una obra rítmica, que afina su tono entre el lenguaje decorado, ornamental, alto, y sus cruces con lo popular, con guiños hacia la tradicional e histórica revista porteña.
“La decisión de escribirla en verso –explicó oportunamente Demaría– apareció como una necesidad inmediata: la de dar espesor al lenguaje, la de elevar ese living y esas señoras a la categoría de la épica y el disparate”.
La música de Tarascones es de Marcelo Katz, con excepción de “Adagio” de Albinoni, al tiempo que la puesta de luces corresponde a la talentosa Eli Sirlin, el vestuario es de Magda Banach y la escenografía de Cecilia Zuvialde. El entrenamiento físico estuvo a cargo de Juan Branca, la colaboración artística es de Gabriel Baigorria, la producción de Ana Riveros y la asistencia de dirección de Matías López Stordeur.
Acerca del director
Ciro Zorzoli es actor, dramaturgo, docente y director de algunas de las puestas más potentes de los últimos diez años, desde sus inaugurales e inquietantes Living, último paisaje, donde actuaba y dirigía, junto a A un beso de distancia, a la recordada Ars Higiénica, realizada a partir de textos del Manual de urbanidad y buenas maneras, de Manuel Antonio Carreño, donde la repetición de los gestos de la pulcritud tejía un control obsesivo alienante. Después vino su enloquecida Estado de ira, un hit del boca a boca desde 2010 y su soberbia versión de Las Criadas, de Jean Genet, con Marilú Marini como plus, entre otros trabajos.
Tras una gira reciente por algunos escenarios argentinos, tras haberse presentado en el Festival Internacional Santiago a Mil de Chile, donde fue celebrada por el público y la crítica, y antes de la reposición en febrero último en el Cervantes, Zorzoli, uno de los creadores más talentosos y originales de su generación, dijo a la agencia de noticias Télam: “La gira aportó otras miradas sobre el material, aquellas funciones no significaron un punto de llegada; son un nuevo punto de partida para seguir explorando. Veo a las actrices muy celosas de la pieza, se creó un fuerte vínculo entre ellas sobre el escenario. Vuelven con la experiencia ganada de haber probado relaciones con espacios diferentes, porque hicieron funciones en salas grandes y al volver acá, a la Orestes Caviglia, tan íntima (la sala donde se ofrece en el Cervantes), juegan con lo expresivo para ponerlo en consonancia con el espacio”.
Por otra parte, por estos días, Zorzoli dirige La puerta de al lado, una comedia romántica francesa escrita por Fabrice Roger-Lacan, nieto del psicoanalista Jacques Lacan, protagonizada por los ascendentes comediantes Jorgelina Aruzzi y Peto Menahem, producida por Gustavo Yankelevich, que se presenta en la sala Pablo Neruda del Complejo La Plaza.