Miles de asambleas se realizan esta semana en centros de trabajo y barrios de Cuba para explicar la decisión del gobierno de Raúl Castro de eliminar medio millón de empleos estatales, en un primera etapa –en total será de un millón en tres años– que pasarán al sector cuentapropista y cooperativo. Según la agencia de noticias francesa AFP, las medidas han causado “inquietud e incertidumbre” entre los trabajadores. Desde el gobierno y la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) insistieron en que “nadie será abandonado a su suerte”.
De los 5 millones que forman la fuerza laboral en Cuba, 4,2 lo hace para el Estado y el resto en el sector privado y cooperativo, por lo que el impacto del plan del gobierno ha generado inquietud entre los trabajadores, según un cable de AFP.
El propósito de las asambleas será “hacer comprender a los trabajadores la necesidad impostergable de aplicar esa política y el conjunto de medidas decididas por nuestro gobierno”, explicó ayer el secretario general de la CTC, Salvador Valdés, según el semanario Trabajadores.
“El proceso se desarrollará de manera amplia, con la más absoluta libertad de criterios, con sinceridad en los planteamientos y con respeto a las opiniones discrepantes que puedan existir”, añadió Valdés.
La CTC encabeza las asambleas en todos los centros de trabajo de Cuba, a partir de un tabloide que contiene el discurso de Raúl Castro ante el Parlamento, el 1º de agosto pasado, donde argumentó su decisión de eliminar en los próximos tres años más de un millón de empleos estatales, 500.000 antes de marzo de 2011.
El procedimiento es usual en Cuba para las decisiones trascendentales: se lee el texto, se explica y se toman opiniones de los participantes que luego son resumidas y entregadas al gobierno.
Según ese material, al que la AFP tuvo acceso, un comité de expertos decidirá, a partir del número de plazas a eliminar por innecesarias, quiénes permanecerán en los puestos, con base en la idoneidad, que incluye preparación, disciplina laboral y rendimiento. La CTC y el gobernante Partido Comunista deben monitorear la efectividad y precisión del proceso.
De igual forma se debe proceder en las asambleas de barrio, encabezadas por los Comité de Defensa de la Revolución (CDR), una organización de masas vecinal que agrupa a ocho de los 11,2 millones de cubanos.
“Pero el material sólo explica la necesidad de la medida y que se ampliará el trabajo por cuenta propia, sin detalles, y la gente necesita saber cuáles son las posibilidades de ganarse la vida que tendrá si pierde su trabajo”, dijo a la AFP un dirigente de los CDR que prepara su reunión.
Muchos comentan en la calle su inquietud por “lo que viene”, sobre todo padres de familia, que toda su vida han sido empleados del Estado, con salario insuficiente (20 dólares en promedio), pero que con seguridad llega cada mes.
“La gente anda buceando por todos los lados a ver qué (empleo) aparece”, dijo un empleado del ministerio de Transporte, donde se prevé una fuerte racionalización. Otros documentos que circulan entre dirigentes señalan que, para reubicar a los cesantes, el gobierno otorgará más licencias para el trabajo por cuenta propia en unos 140 oficios.
Pero el mayor número de desplazados, según lo previsto, irá a cooperativas urbanas que se crearán en unos 40 servicios y pequeñas producciones, así como para transporte, construcción y agricultura.
El gobierno y la CTC reiteran en que “nadie será abandonado a su suerte”, pero las compensaciones previstas, según la AFP, sólo alcanzan un mes de salario para todos los desplazados, y en el caso de los de mayor antigüedad un 60 por ciento del salario por un período de hasta cuatro meses.