Por Romina Sarti*
Hay un tema latente que no quiero dilatar en la permanencia del temor. Quizás es volverse sincera, asumiendo el riesgo de la exposición, exposición que en realidad a nadie le importa, aunque es una suerte de ideograma fantasmagórico que se construye cada día que pasamos en la virtualidad: hablar, escribir, compartir un tema, nos guste o no, abre (si tenemos suerte) el debate. También acarrea la opinión (de quien conoce, de quien supone), quizás la lástima (esperemos que no) y la risa, la burla. Empiezo entonces preguntándome, ¿por qué nos reímos de los demás, ¿qué genera la risa del otre? Pululan de manera incesante videos que podrían o no ser motivos de risa: generalmente la torpeza, algo distinto, algo poco habitual. Burla viene del latín burrŭla, diminutivo de burra (en origen lana basta y grosera de poco valor). Me dirán que hago estiramientos conceptuales, que hago saltos espacio-temporales, sin embargo, me da risa (burla) que la palabra venga de burra (y no burro); también creo que no es menor el sentido de poco valor. Deduzco entonces que quizás, esa risa que nace del ver o escuchar algo que irrumpe con lo cotidiano es, en alguna parte nuestra, algo de poco valor, generando así risa o sentimiento de superioridad. Irrumpo la secuencia con una salvedad, claramente no soy especialista en humor, hay muchos tipos de humores, estamos hablando de aquél que nace de la risa que genera otre (en castellano burdo: reírnos de) en su torpeza, en su ruptura con una lógica naturalizada. Recontramil aclarado esto sigo. ¿Cuántos videos de gente cayéndose, golpeándose, lastimándose circulan?, ¿cuántos de estos muestran a “personas bien”, con cuerpas heteronormativas y aceptables por la industria de la moda?, ¿Cuántos muestran a personas diversas, de colores que no son el color piel [1]?, ¿podemos deducir por las imágenes cuántos son de personas con ingresos humildes, que habitan en barrios vulnerables?, ¿cuántos son de cuerpas diversas, desde lo funcional, sexual, racial?, ¿cuántos refieren a cuerpas gordas, torpes cuerpas gordas que tratan de camuflarse de la mirada del otre porque ponerte una malla en una playa parece ser uno de los actos de rebelión más fuertes en esta sociedad de mierda?
Hoy es 4 de marzo, Día Mundial Contra la Obesidad. Como nieta, hija de gordo e hija de bulímica, como hermana, tía y amiga de gordes, básicamente yo gorda, me sumo a la reivindicación y lucha de la autonomía corporal. La discriminación estética que violenta y vulnera nuestros derechos, de la mano de un discurso que se interesa por nuestra salud (evidentemente sólo física), vapulea libertades, condiciona negativamente vidas y genera más enfermedades y trastornos que un IMC con superávit. El día de hoy muchas personas activistas proclaman el 4 de marzo el Día Contra La Gordofobia, entendida como la discriminación a la que nos vemos sometidas las personas gordas por el hecho de serlo. Hablamos de humillación, invisibilización, maltrato, ridiculización, patologización, marginación, exclusión y hasta de ejercicio de violencia física ejercidos contra un grupo de personas por tener una determinada característica física: la gordura. No nos adaptamos a la ampliamente aceptada norma de la delgadez (Piñeyro, 2019. p. 33) nos sumamos y comenzamos a abrir el debate y la construcción colectiva y transversal de conocimiento del tema.
[1] Color piel…ese color de lápiz que hace alusión a un tono rosado pálido. Sí, color piel, como si sólo ese color representara todes les colores. Necesitamos deconstruirnos hasta en los detalles.
*Gorda, aprendiz de las diversidades en todos sus niveles, mamá, docente y rockera IG: romina.sarti