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Cuestionan al Plan Abre Familia por “marketing”

Una de los principales cuestionamientos de la concejala opositora apuntó a que el anuncio del nuevo Plan Abre Familia no incluyó el lugar en el que se va a desarrollar el programa, así como la cantidad y profesión de los trabajadores involucrados ni el presupuesto a destinar para tal fin.

A raíz de la presentación que el gobernador Miguel Lifschitz realizó el lunes acerca del Plan Abre Familia –un relanzamiento del programa provincial-municipal que arrancó en Rosario, Villa Gobernador Gálvez y luego incluyó a otras ciudades con mayor enfoque en los habitantes– la concejala rosarina Marina Magnani salió a cuestionar la iniciativa calificándola como “un evento de marketing”.

“Carece de todo contenido real como política social. Nos encontramos con esto cuando desde el Concejo Municipal venimos denunciando el vaciamiento y la desinversión en áreas críticas, como niñez y adolescencia”, señaló la legisladora del Frente para la Victoria, recordando el reclamo de los profesionales del área de Niñez, por precarización laboral y falta de presupuesto.

“En medio de un reclamo para que haya más inversión pública en el área de atención a la niñez y adolescencia, los trabajadores de la Dirección Provincial de Niñez se encontraron con esta respuesta del oficialismo cuando no se los recibió y no se los atendió en sus demandas. Se anuncia este programa que ni siquiera se consultó con ellos. La demanda de los trabajadores no es una demanda gremial, es un reclamo por la vulnerabilidad tremenda que tienen los chicos y chicas que son separados de su familia”, expresó Magnani.

Una de los principales cuestionamientos de la concejala opositora apuntó a que el anuncio del nuevo Plan Abre Familia no incluyó el lugar en el que se va a desarrollar el programa, así como la cantidad y profesión de los trabajadores involucrados ni el presupuesto a destinar para tal fin.

“Lo que nos dicen otras personas que trabajan en el Plan Abre es que es un programa que se va a hacer con instituciones, ONGs y asociaciones. Esto es grave cuando hablamos de infancia, porque quiere decir que vamos a mandar a una señora del barrio que trabaja en un club, a un señor que trabaja en una asociación civil y, sin pagarles un sueldo y sin que tengan profesionalización, van a tocar el timbre a una casa para ver qué problema hay en la familia. Con eso se está precarizando la atención a las problemáticas sociales en un contexto donde hablamos de violencia juvenil, de problemáticas de consumo dañino donde muchos jóvenes padecen adicciones”, cuestionó Magnani, y subrayó: “Creo que se gastó mucho más en los carteles que anuncian el Plan Abre que en políticas efectivas con algunos menores que ni siquiera tienen dónde alojarlos y que están en un hostel, con una beca mínima y tickets de comida, y que tienen que estar en la calle todo el día”.

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