La presidente de la Federación de Empresarios de Combustibles, Rosario Sica, pronosticó esta mañana que «la normalización» del expendio de combustibles «se va a producir en los primeros días de enero», con lo cual admitió que, por el momento, continuarán los problemas.
«Hasta fin de año se va a distribuir lo mejor posible lo que se va refinando», aseguró.
Esta mañana, como sucede desde hace una semana, también se observaban nutridas filas de automovilistas en estaciones de servicio de Capital Federal y Gran Buenos Aires, intentando cargar naftas.
En declaraciones a radio Diez, Sica acusó al Sindicato de Camioneros de ser uno de los responsables de los problemas de abastecimiento que se registran en el país desde poco antes de Navidad.
«Tenemos el problema del Sindicato de Camioneros, que está trayendo una serie de dificultades. Por ejemplo, un particular fue a comprar repuestos para una obra y la gente de Moyano no lo dejó salir por una protesta. Rodearon la empresa que vende esos repuestos y no dejaron salir ni siquiera a este particular que había ido a realizar una compra», se quejó la dirigente.
Además, aseguró que el paro que llevó adelante personal jerárquico de YPF en la Patagonia fue también clave para que se produjera escasez de combustibles.
«Esa gente que hizo el paro es calificada técnicamente, y no pueden ser reemplazados por operarios de segunda línea. Ese paro fue muy difícil porque duró mucho tiempo, desde el 1 de diciembre y se resolvió en la madrugada del 18 de diciembre. Recién ahí salieron los barcos, que tardan cuatro días en llegar a las refinerías de Dock Sud y Campana. El crudo recién entró a final de la semana pasada», puntualizó.
Según Sica, a raíz de este panorama «ahora las refinerías están trabajando a full, y distribuyéndolo de la mejor manera para que todos tengan un poco de combustible para comercializar».
La empresaria consideró que el congelamiento de precios de combustibles que se registró desde julio hasta mediados de este mes, también perjudicó a la actividad.
«El otro tema era el congelamiento de precios desde julio hasta diciembre, y en ese lapso subió el crudo. El presidente de una petrolera me mostró cuánto le significaba para ellos el aumento del crudo, que le daba 10 millones de dólares mensuales de pérdida, por lo que compraban lo mínimo para no perder, y no tenían stock, por lo que cuando vino el paro del Sur, no tenían stock», enfatizó.
