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Cultura en el oeste: Braianflexx, la historia de un rapero rosarino que no olvida sus orígenes

Brian Lesati llegó hace 16 años a los talleres de break dance del Centro Municipal Distrito Oeste Felipe Moré. "El arte musical puede ser una herramienta para los pibes y pibas que se encuentran en diferentes situaciones conflictivas", asegura

«Soltame esa pista que enseguida la destrozo/Siento el rap que hay en mis venas y eso me genera gozo/Conocí el hip hop de guacho, tengo chispa y pongo el sello/Escuché a tantos raperos por qué no ser uno de ellos/Los que me vieron pisteando, pueden ver cómo crecí/Gente buena muy honesta en la cultura conocí/Arranqué como un bboy no lo voy a olvidar nunca/BrianFlexx el del Distrito/El de la pata en la nuca».

Así rapea hoy Brian Pablo Alexis Lesati, que llegó hace 16 años a los talleres de break dance del Centro Municipal Distrito Oeste Felipe Moré para preguntar cuánto costaban las clases y le respondieron que eran gratis. Desde ese día, su vida no se separó de la música ni del mini municipio, ubicado en el corazón de Villa Banana, su segunda casa.

El joven de barrio Bella Vista Oeste tiene 28 años y es conocido por todos con su nombre artístico: Braianflexx. Lleva más de media vida sumergido en el Hip Hop y siempre recuerda a su primer profesor, Sergio Monito Monzón, uno de los impulsores de este movimiento que sigue actualmente dando clases de baile en el SUM del Distrito Oeste.

«Me inicié en esta cultura cuando tenía 11 años mirando a Marcelo Tinelli. Arranqué cuando vi a unos chicos bailando break dance, la RO Breakers, Michael y Monito. Ellos me abrieron las puertas», rememora el joven que también recuerda el crecimiento del distrito.

«Antes solo había palos y estaba la cancha de Unidos. El Distrito Oeste es mi casa, y haber tenido la oportunidad de cantar en su 21° aniversario me da una alegría tremenda”, cuenta emocionado sobre la presentación que hizo en febrero pasado, con motivo de un nuevo cumpleaños, del que fue el primer Centro Municipal de Distrito de la ciudad, inaugurado en 1999.

«Había más de mil personas. Cuando terminé de cantar no podía llegar a saludar a mi esposa e hija porque las familias me pedían fotos», agrega el artista que siente que el Oeste forma parte de su vida.

Aclara que no se identifica con la cultura freestyler, más ligada a la competencia o al ego, y se define como un poeta urbano. «Quiero representar a Argentina. Siento que tengo mucha materia prima. Tengo cosas positivas para dar y para decir, para que florezcan los raperos que me escuchan», afirma mientras canta el tema Déjenme Rapear, que dice «vengo del oeste, soy un perro sin bozal».

La zona oeste de la ciudad es sinónimo de música y cultura urbana. «Me nutrí de este barrio, acá vi a los mejores raperos, breakers y acróbatas. Vivir en el oeste y representarlo es una locura. A todo o nada, agarro el micrófono y no paro, hay peligro», dice y se ríe.

Talento y superación personal

Desde que se inició su carrera artística fue imparable. El apodo se lo puso por su flexibilidad un bboy (practicante de break dance) de Cañada de Gómez, Checho Martini, al verlo doblarse al medio. No pasó mucho tiempo para que llegaran las competencias, viajó a Buenos Aires y a Córdoba con su grupo y trajo la copa a su barrio.

A partir de 2008 asumió como jurado en las competencias de break, y para esa etapa ya conocía todo sobre el hip hop y el mundo de los raperos, breakers y graffiteros. «El hip hop tiene ese compañerismo, que a donde vayas vas a encontrar un compañero que te va a dar hospedaje y la va a luchar con vos. Es como una familia», sintetiza BrainFlexx.

Además de bailar, incursionó en el rap y se destaca con sus videos y canciones en YouTube. Formó un grupo en Villa Banana que se llama La Crema, con el que daba talleres de rap en la asociación Comunidad Rebelde. El objetivo era cambiarle el «chip a los pibes con el rap para que busquen trabajo, aprendan a expresarse y sobre todo a liberar sus emociones».

Generar algo «bueno y positivo» es la consigna del joven, que tuvo que sortear más de una adversidad durante su vida. «La pasé mal, mi mamá falleció cuando era un niño. Me metí en problemas, sufrí alcoholismo y me pegaron un tiro en la pierna”, relata el rapero que hizo un tema en el que narra historia, al que llamó Un poco de mí.

Brian está convencido de que el arte musical puede ser una herramienta de gran utilidad para los pibes y pibas que se encuentran sumergidos en diferentes situaciones conflictivas.

Además del rap y la danza, cuenta que lo que cambió su vida fue el trabajo en una empresa de elaboración de productos congelados CDS (Congelados del Sur). Se preparó mentalmente, hizo cursos de capacitación y estudió. Entró como operario y actualmente es supervisor.

«El trabajo y la gente me motivaron para que saliera adelante; a dejar los malos hábitos porque tenía que dar el ejemplo. Por eso también me cuido en el rap, busco dar una imagen limpia y positiva. Ni siquiera digo malas palabras», comenta el joven.

«Me gusta dar mensajes y generar cosas a través de las letras. Generar un recuerdo emotivo, refrescar ese lugar por el que pasaron. No hay que olvidarse de lo que marcó nuestra vida. Escribo de acuerdo a mis estados emocionales. Lo que quiero es que la letra les perfore la cabeza», afirma el artista que tuvo influencias del rap rosarino como Mala Semilla, Natural Rap, La Plebe, H3Doble Cultura y de otros artistas españoles como Tote King o Nach Scratch.

En abril de 2019 fue a un encuentro de rap en el Balneario La Florida y rapeó Te extraño, una canción dedicada a su amigo íntimo Saúl Carabajal, quien fue asesinado sólo por su amistad con otra persona que se movía en un ambiente delictivo. Brian subió al escenario y la rompió.

«Le dije a mi esposa que iba a empezar a rapear, no iba a bailar más, pero me dejé el mismo nombre. Recibí el apoyo total de mi gente». A ese evento, le siguió el debut en el bar García ya como rapero. «Me armé unos temas, debuté y lo exploté», dice emocionado.

Sigo en la cultura

A pesar de la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus, el artista de zona oeste se mantiene activo. En julio pasado publicó su primer disco: Sigo en la cultura, con 14 tracks, y a mediados de septiembre salió a la luz su primer vídeo en la plataforma YouTube, en el que da rienda suelta a sus habilidades verbales y poéticas.

La canción, Juegos de palabras, se basa en el arte de combinar palabras, complicarlas y que sea llevadero. «Es un juego de palabras sin una temática definida, en la que uso recursos retóricos como el calambur, la paranomasia y la aliteración: Conecto – combino – contento – compuesto – converso – coincido – con prisa – contemplo – comprendo – convierto – con versos- consigo – contratos – conmigo – confían – con tanto de esto», rapea BrianFlexx.

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