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Cultura universitaria en espacio histórico

En el edificio de San Martín 754, la UNR planea muestras desde marzo.

La Catedral, como se conoce al edificio de San Martín 754, perteneciente al Banco Nación, tiene un nuevo objetivo: ser el centro cultural más grande de la ciudad, bajo la dirección de la Universidad Nacional de Rosario. Días atrás se le entregó la llave al rector Darío Maiorana y en enero comenzarán las obras de refacción para dar, en marzo, rienda suelta a la oferta cultural de la ciudad y todo el país.

Marta Varela, responsable de la Secretaría de Cultura de la UNR, manifestó a El Ciudadano su orgullo por poder trabajar desde 2011 en la coordinación de la agenda de este espacio. “No teníamos un ámbito propio y ahora podremos mostrar los distintos trabajos que conciernen a la UNR y abrir las puertas al público para muestras, conciertos y presentaciones de todo tipo. Afortunadamente vamos a poder sumarnos a la movida europea de rescatar los edificios patrimoniales y entablarlos al servicio de la cultura”, señaló Varela. A su vez, la mujer destacó que el edificio en sí tiene una presencia “imponente” en plena peatonal San Martín. “Esto va a llamar la atención de la gente, sobre todo teniendo en cuenta el caudal artístico que hay en la ciudad y la cantidad de visitantes que recibimos cada fin de semana”.

La responsable de la Secretaría de Cultura de la UNR y rectora de la Escuela de Música adelantó que si bien los arreglos en el edificio comenzarán en enero, “se espera poder inaugurar el espacio en marzo con una muestra antropológica que proviene del museo Ciencias Naturales de La Plata. También habrá muestra de cerámica proveniente de Perú”.

Según explicó Varela, este proyecto fue una idea por la cual Maiorana bregó desde que asumió su máxima responsabilidad en la UNR. En tanto, este recupero se debe al convenio que firmaron la UNR y el gobierno nacional, por el cual el edificio del viejo Banco Nación tendrá su agenda coordinada por la casa educativa local.

Sobre los detalles, Varela sostuvo que el nombre del edificio responde a su formato de basílica. “La acústica que posee es maravillosa, lo cual nos permitirá realizar conciertos desde la Escuela de Música y también invitar a artistas destacados de la ciudad y el país”. “El lugar en sí es una obra de arte”, afirmó sin ocultar su entusiasmo.

Sobre la actividad musical, la mujer adelantó que los afamados festivales corales universitarios que se han realizado hasta este año en la iglesia evangélica alemana (San Lorenzo y Oroño) desde 2011 tendrán lugar en el nuevo espacio universitario. “Los conciertos han reunido decena de músicos y autoridades comunales, dada la magnitud del evento. Esto ayudó a fortalecer los vínculos de la ciudad y la región por medio de la música y al tener ahora un lugar propio, el encuentro va a ser mucho más especial”.

Sobre las visitas tempranas a La Catedral, Varela comentó que en la entrega de llaves al rector Maiorana, “mucha gente se asomó para ver de qué se trataba el acto y aprovecharon para ingresar al edificio. Fue un pequeño paseo que trajo muchos recuerdos a los curiosos y todos quedaron maravillados por la magnitud del lugar. Quien entre allí va a ser absorbido por el encanto de esta arquitectura”. Otras de las ideas que se concretarán desde marzo es la presentación de textos del sello editorial de la UNR, como así también aquellos artistas que deseen realizar lecturas o presentar sus trabajos literarios entre las paredes que han cobijado los ahorros de miles de criollos.

En la planta baja del lugar se estima que haya capacidad para unas 400 personas sentadas. En tanto, en la planta alta se cuenta con espacios separados ideales para charlas o presentaciones de carácter literario. Claro que este emprendimiento generará puestos laborales, como administrativos y de seguridad, según explicó la responsable del ámbito cultural de la universidad local.

El edificio está enmarcado en el período arquitectónico denominado Eclecticismo-Academicismo, fue proyectado por la Oficina Técnica del Banco Nación en 1921 y llevado a cabo por los Constructores Tito y José Micheletti, entre 1926 y 1929.

Su imponente arquitectura y el sorprendente revestimiento interior, totalmente de granito traído especialmente de Italia en la década de 1920, es complementado por altísimas y esbeltas columnas y por un formato característico de su planta que se asemeja al de una catedral. Un singular escritorio circular trabajado en una fina madera preciosa, sus cajeros totalmente construidos y trabajados en bronce bruñido, su enorme puerta de bronce macizo, los mármoles de sus paredes de acceso, el delicado tallado del jaspe que enmarca la puerta, las ventanas de cristal de color azulado con bisel y el bronce trabajado en sus marcos, además del remate del edificio, son una muestra de la arquitectura de principios del siglo XX, conservadas en excelente estado.

La inversión por las reformas será de unos 200 mil pesos en pintura, se recambiarán las instalaciones eléctricas y se recuperarán algunos vitraux, además de colocar el equipamiento específico relacionado con su nuevo uso. Para una segunda etapa quedarán otros trabajos como la adecuación de los ascensores.

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