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Cultura y espectáculo, en un año de crisis

El 2017, que finaliza este domingo, quedará en el registro de la memoria colectiva como un año en el que, frente a la crisis económica, algunos fenómenos vinculados al espectáculo y la cultura lograron visibilizarse y transgredir la lógica que marca el latir del mercado.

Varios datos contrastados se desprenden de una grilla que a lo largo del año vio como algunos shows internacionales, en particular el esperado desembarco de Aerosmith, se frustraba, casi al mismo tiempo en el que Fito Páez, hijo pródigo de la ciudad, era aplaudido en varios Astengo repletos con su show Sólo piano.

También, el Año Fontanarrosa, a una década de la partida del Negro, llenaba escenarios y espacios diversos de anécdotas y recuerdos, del mismo modo que el fenómeno de la cumbia santafesina empezaba a encontrar su lugar, la señal provincial 5Rtv buscaba sus primeros tránsitos de consolidación y la Comedia Municipal Norberto Campos concretaba su quinta y más valiosa edición a la fecha con una inolvidable versión de Saverio, el cruel, de Roberto Arlt.

Los que no fueron

Con entusiasmo, comenzó el año para los amantes de la música internacional en Rosario. Una serie de anuncios posicionaban a la ciudad más allá de sus fronteras y le prometían, de yapa, visibilidad nacional. Nada de eso ocurrió. A escasas horas de concluir el año, el balance es, en este terreno, claramente, negativo.

Los grandes shows que se anunciaron no tardaron en limitar funciones o directamente cancelar su llegada. Fue el caso de los consagrados Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Víctor Manuel y Miguel Ríos que llegarían para mostrar El gusto es nuestro. Programó dos funciones para octubre y concretó sólo una.

No quedó allí. Quizá el show más esperado fuera el que brindaría la legendaria banda estadounidense Aerosmith en septiembre y apenas una semana antes de desembarcar en el Estadio de Rosario Central, canceló su visita.

Mientras referentes de la escena rosarina, por lo bajo, abonaban la hipótesis que cada vez menos personas podían afrontar los costos de los tickets de los shows que ascendían, por mucho, las cuatro cifras, la ola de suspensiones no se detenía: la misma semana que caía Aerosmith, Joaquín Sabina suspendía uno de los dos recitales en Metropolitano.

El 2017 arrancó como un año que prometió visibilidad nacional de Rosario como escenario de los más importantes shows internacionales. Algunos no incluirían ni la mismísima Capital Federal lo que, de por sí, configuraba una sorpresa para los rosarinos, siempre quietos y contemplativos debajo del puente virtual creado para estos menesteres entre Buenos Aires y Córdoba. Nada de eso ocurrió: el optimismo finalmente, se desvaneció.

No todas son pálidas

El comportamiento cultural de los rosarinos se vio consolidado en el sector de los clásicos. Dos que comenzaron la gira con moderado optimismo y se vieron obligados a agregar funciones fueron el cantante de pop folclórico Abel Pintos, que en agosto batió récord de público con tres recitales en el Salón Metropolitano y entradas agotadas. Y el rosarino Fito Páez, que fue un furor en su ciudad natal al mostrar, en septiembre, su espectáculo Sólo piano. El autor de “Ciudad de pobres corazones” comenzó anunciando un sólo show, y al poco tiempo agregó tres funciones, todas agotadas, en un Auditorio Fundación Astengo que lo ovacionó de pié.

Fito es un clásico y para los rosarinos es el más grande. Y en noviembre volvió para brindar un show sorpresa en la Plaza San Martín en un capítulo más de su empecinado regreso al origen y a la patria de la infancia. Por propio pedido a su sello, Sony Music, Fito desembarcó en Rosario para que acá, antes que en cualquier otro lugar del mundo, suenen los primeros cortes de La ciudad liberada, su nuevo y esperado disco.

Una década sin el Negro

En 2017, se cumplieron diez años de la desaparición física de Roberto Fontanarrosa. Querido en la ciudad y sobre todo en el ámbito artístico y cultural, El Negro tuvo sus homenajes desde distintas disciplinas: muestras, libros, charlas y hasta una película se montaron y proyectaron en su honor.

Entre las actividades, se destaca la muestra Fontanarrosa… el mayor de mis afectos, que ocupó el Galpón 13 de la Franja Joven del Río durante julio. La exposición interactiva contó con dibujos, fotos, objetos, libros, proyecciones, charlas, mesas de café, dispositivos de juegos, dibujantes en vivo y la presencia de amigos del Negro que recorrieron su vida. La propuesta se instaló en más de mil 800 metros cuadrados con cinco grandes módulos, diez dispositivos lúdicos, entre ellos una cancha de fútbol y varios espacios para escribir frases o palabras, y hasta una recreación del viejo bar El Cairo, el espacio que emulaba aquel que ocupa la esquina de Santa Fe y Sarmiento, pero de otro tiempo, ése en el que surgió el mito de La Mesa de los Galanes. Por otro lado, el periodista Horacio Vargas reedito en esa muestra la biografía oficial de Fontanarrosa.

Entre otras actividades, también tuvo lugar el estreno del film Fontanarrosa, lo que se dice un ídolo. Con calidades y temáticas dispares, la película, un compendio de varios cortometrajes, adaptó varios relatos del Negro: “El Asombrado”, “Sueño de barrio”, “Vidas privadas”, “Elige tu propia aventura”, “No sé si he sido claro” y la faceta más de dibujante que fue abordada y adaptada a la gran pantalla por Pablo Rodríguez Jáuregui. Estas animaciones, destacadas por la prensa especializada, actúan en el film como separadores y se conjugan con los relatos dirigidos por los también rosarinos Héctor Molina, Gustavo Postiglione, Juan Pablo Buscarini y Néstor Zapata.

Al ritmo de esta cumbia

Si bien se venía gestando y muchas de las formaciones que hoy amenizan fiestas y participan de diversos eventos tienen varios años de carrera, este año la cumbia santafesina fue furor. Las locales La Esencia de la cumbia, Girda y los del Alba, Homero y sus alegres y Los Peñaloza están entre los principales exponentes de una escena que se afianza, empujada también por la Escuela de Cumbia que comenzó a funcionar en el Galpón de la Música.

También, la emblemática formación santafesina Los Palmeras dio su batacazo con un elogiado show sinfónico al que asistieron más de 90 mil personas y que se realizó en Santa Fe y en Rosario. Se trató de conciertos en los que la tradicional banda tejió un puente entre la música popular y la académica, tocando en vivo con la Filarmónica de Santa Fe y el Coro Provincial (58 músicos y 10 coreutas), una apuesta que derivó en la grabación de un CD y DVD gestados por el Ministerio de Innovación y Cultura de la Provincia.

Una nueva señal

Si bien sus instalaciones fueron inauguradas el año pasado, 2017 fue el primer año completo de funcionamiento de 5Rtv, la señal pública de Santa Fe gestada a partir de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. El canal funciona en Recreo, a la par de la ciudad capital, en instalaciones reacondicionadas especialmente en lo que fuera el ex Liceo Militar General Belgrano, sobre la ruta Nacional N° 11. A su vez, tiene corresponsalías en los restantes cuatro nodos: Reconquista, Rafaela, Venado Tuerto y Rosario.

Culminando el año, la señal ya cuenta con una profusa programación tanto de producción de la región como nacional e internacional, con acuerdos de coproducción y de cooperación mutua con productoras. Este año, algunos de sus envíos fueron destacados con nominaciones a los premios Fund TV, como pasó con Tardenautas y El camino de la educación santafesina.

Cabe destacar que en los últimos meses, y de cara a la renovación del directorio de la señal, las trabajadoras nucleadas en Mujeres Audiovisuales Rosario (MAR) y Mujeres Audiovisuales Santa Fe (MAS) presentaron un proyecto a la Legislatura provincial para que ese directorio cuente con paridad de género.

La mejor Comedia

Luego de cuatro exitosas ediciones, la Comedia Municipal Norberto Campos, creada por ordenanza municipal en 2012, concretó en agosto el estreno de su quinta producción, una versión de Saverio, el cruel, de Roberto Arlt, con adaptación y dirección de Santiago Dejesús. Se trató de un Arlt en un presente en el que se engrandeció, se aggiornó y se convirtió, una vez más, en otro inevitable “cross a la mandíbula”.

El talentoso Dejesús, actor, director y adaptador, es quien tuvo a su cargo la edición 2017 de la Norberto Campos, que de este modo estrenó Saverio, el cruel (o la farsa del Coronel), una adaptación sin fisuras del clásico que, de manera ineludible, trazó un paralelismo entre la Década Infame (se estrenó en 1936, en el Teatro del Pueblo) y el presente, y en la que determinó un cambio radical en el final que, por encima de lo estético y lo dramático, tuvo un profundo sentido ideológico, logrando transitar, frente a un gran elenco e igual equipo artístico, el más logrado de los montajes que en estos años se conocieron en el teatro de todos los rosarinos.

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