El presidente Alberto Fernández planteó este viernes la necesidad de «garantizar el acceso equitativo y solidario a vacunas y medicamentos», y sostuvo que «la grave desigualdad» en el acceso a ellos representa un «hecho injusto y sumamente inmoral», al exponer por videoconferencia en la Cumbre Mundial de Salud del G20.
Desde la Residencia de Olivos, acompañado por el canciller Felipe Solá y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, el presidente participó este viernes por la mañana de la Cumbre Mundial de la Salud convocada por la presidencia italiana del G20 y la Comisión Europea.
«Es fundamental garantizar el acceso equitativo y solidario a vacunas y medicamentos», planteó en ese marco y agregó: «La grave desigualdad en el acceso a medicamentos y vacunas representa un hecho injusto, sumamente inmoral y contrario a los intereses de la comunidad internacional en su conjunto».
Fernández fue uno de los primeros mandatarios en hacer uso de la palabra, tras los discursos del presidente del Consejo de Ministros de Italia, Mario Draghi, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el titular de la ONU, Antonio Guterres.
Durante su discurso, Fernández afirmó que «la pandemia es una advertencia y, al mismo tiempo, una oportunidad para avanzar hacia sociedades más equitativas, más inclusivas y más justas».
Fernández indicó que el acceso igualitario a la vacuna «debe ser una prioridad para los Estados, ya que resulta una condición necesaria para superar esta pandemia y favorecer el efectivo goce del derecho a la salud».
En ese sentido, agregó: «Es fundamental promover la transferencia de tecnologías y garantizar una mayor flexibilidad de los derechos de propiedad intelectual, a fin de escalar la producción global de vacunas».
Además, señaló que «se precisa instrumentos que incrementen el intercambio de conocimientos y que movilicen los recursos financieros necesarios para desarrollar y fortalecer las infraestructuras sanitarias críticas, especialmente en países en desarrollo».
Asimismo, el mandatario consideró que hay un «impacto negativo desproporcionado en los países en desarrollo y en las poblaciones más vulnerables» de las «graves consecuencias sanitarias, económicas y sociales» que provocó la pandemia, y por eso reclamó que «los logros científicos sin precedentes que se han alcanzado beneficien a todos».
Respecto a la situación sanitaria a nivel mundial, el jefe de Estado destacó la necesidad de «revisar y actualizar la arquitectura sanitaria mundial de modo que permita compartir conocimientos, realizar investigaciones conjuntas y promover la participación de los países en desarrollo en las redes científicas internacionales».
«Rediseñar el sistema global de gobernanza sanitaria es el punto de partida», manifestó, al tiempo que reiteró su apoyo a «la adopción de nuevas herramientas y estrategias animadas a favorecer la preparación y respuesta a emergencias sobre la base de la solidaridad y cooperación internacionales».
Fernández reiteró que «la pandemia también es una oportunidad para además rediseñar sistemas de salud más solidarios que garanticen el efectivo ejercicio del derecho a la salud, con equidad y calidad en todos los países».
De la cumbre participaron por videoconferencia mandatarios de países miembros del bloque, que integran las veinte mayores economías del mundo.
También, asistieron representantes de naciones invitadas, organizaciones internacionales y regionales, y expertos mundiales en salud, bajo el objetivo de compartir las lecciones aprendidas de la pandemia de coronavirus y suscribir a la Declaración de Roma, según informaron fuentes oficiales.
Entre los participantes de la cumbre, se destacaron los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden; de China, Xi Jinping; de Francia, Emmanuel Macron; y de Rusia, Vladímir Putin; la canciller alemana, Angela Merkel; los primer ministro de Japón, Yoshihide Suga y de Canadá, Justin Trudeau; la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva; el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus; y el secretario general de la Ocde, Ángel Gurría; entre otros.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, informó durante la Cumbre que la Unión Europea (UE) donará 100 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus a países de ingresos bajos y medios.
«Europa tiene intención de suministrar por lo menos 100 millones de dosis a países de ingresos bajos y medios, antes de fines de 2021» porque «todo el mundo, donde sea» debería tener acceso a los inmunizantes, indicó la dirigente alemana en Roma.
El acceso a las vacunas, la solidaridad internacional y la prevención de futuras eventuales pandemias son el eje de esta cumbre de jefes de Estado y de gobierno del G20.
La declaración final de esta cumbre, titulada «Declaración de Roma», afirmaría sobre todo el compromiso de los países más ricos para promocionar la producción de vacunas, principalmente en África, y a través de la transferencia de tecnología.
Un tema del que hasta ahora no hubo consenso es la suspensión temporal de las patentes de los inmunizantes.
La UE, Reino Unido y Suiza, sedes de las grandes farmacéuticas, son las principales voces en contra de la iniciativa que presentó India y Sudáfrica en la Organización Mundial del Comercio (OMC) en octubre pasado y que ya respaldan más de 100 países, incluyendo la Argentina y, más recientemente, Estados Unidos.