La transición entre los gobiernos de Miguel Lifschitz y Omar Perotti comienza formalmente este miércoles en Santa Fe. El ministro Pablo Farías recibirá a los delegados designados por el mandatario electo: los senadores Alcides Calvo y Armando Traferri, los diputados Roberto Mirabella y Leandro Busatto y el ex ministro coordinador de la última gestión de Jorge Obeid, Rubén Michlig.
La reunión fue convocada a las 10.30 en el despacho del ministro de Gobierno de la provincia. Será el primer paso formal de un proceso que derivará en el recambio de mandatos previsto para el 11 de diciembre. Durante el encuentro, Farías y los integrantes de la comisión de transición dispuesta por Perotti agendarán los temas a trabajar a futuro. Entre ellos, sobresale la elaboración del proyecto de presupuesto para 2020, que el actual gobierno debe enviar a la Legislatura antes del 30 de septiembre.
La negociación del presupuesto 2020 entre el actual y el próximo gobierno estará atravesada por el proceso de transición, ya que se trata del primer cambio de signo político en la provincia luego de 12 años consecutivos de gestiones del Frente Progresista. Lo remarcó en los últimos días el presidente del PJ provincial Ricardo Olivera: “Yo centraría la discusión en el presupuesto, por allí pasa la cosa”.
En paralelo, los delegados de Perotti buscarán avanzar en un monitoreo amplio de distintas áreas del Estado, principalmente las que insumen mayores recursos: obras públicas, contratos, personal, endeudamiento y finanzas públicas. Según explicó días atrás el ex ministro Michlig (uno de los actores de la transición de 2007 entre Obeid y Hermes Binner), el objetivo de Perotti es comenzar su mandato con las cuentas en orden: “Quiere saber cuál es la verdadera situación económica de la provincia y cuál es su proyección a diciembre”.
Para la transición, el gobernador electo armó dos comisiones: una política (integrada por Michlig y los legisladores que se reunirán este miércoles con el ministro Farías) y otra técnica, cuyos miembros no han sido anunciados hasta el momento. La primera comisión iniciará las conversaciones con la actual administración y definirá los temas; la segunda (en la que participarán los integrantes del futuro gabinete) tomará decisiones hacia adelante, entre ellas la elaboración del próximo presupuesto.
Como primera acción, la comisión política designada por Perotti anunció la semana pasada que “el objetivo principal de esta etapa es que se cumpla la ley de Responsabilidad Fiscal 25.917, a la cual adhirió la provincia mediante la última ley de presupuesto, que establece que durante los dos últimos trimestres del año al fin del mandato no se podrán realizar incrementos del gasto corriente de carácter permanente”.
La agenda económica
En los días previos hubo algunas tensiones entre el Frente Progresista y el PJ por los recursos públicos. Primero trascendió que Perotti iba a reclamarle a Lifschitz recibir en caja el equivalente a los 1600 millones de pesos que le dejó Obeid a Binner en 2007 (actualizado, ese monto supera los 24 mil millones de pesos). Luego, el propio Michlig aclaró que “esa era la realidad de aquel momento; hoy estamos en un contexto económico distinto y, más que reclamar ese monto, uno quiere saber cuál es la verdadera situación hoy y cuál es su proyección a diciembre”.
En rigor, según adelantaron los representantes designados por Perotti, el eje de las conversaciones pasará por los recursos disponibles (saldos de caja, saldos del Fuco y Fondo Anticíclico), las licitaciones de obras previstas para los próximos meses, el nivel de deuda pública de la provincia y la estructura administrativa que dejará la actual gestión al gobernador entrante.
Según Michlig, el objetivo es “entablar un diálogo para ver algunas cuestiones de Estado, cuál es la situación de las finanzas públicas, cuáles son las licitaciones u obras que están en ejecución, qué financiación tienen; un proceso similar al que se hizo en 2007. En las reuniones iremos definiendo una agenda de temas para consensuar. Somos optimistas de que vamos a tener la posibilidad de consensuar la transición”.
En esa línea, el senador Calvo planteó que las obras públicas y las contrataciones que ya están adjudicadas “se van a respetar” pero aclaró que “algunas obras puede que estén adjudicadas y todavía no se haya firmado el contrato; habrá que distinguir si tienen financiamiento externo o si están incluidas en el actual presupuesto”.
Sueldos y aguinaldo
Hasta el momento, ningún funcionario del gobierno de Lifschitz hizo declaraciones públicas sobre los temas puntuales que pusieron sobre la mesa los delegados de Perotti. El único que recogió el guante fue el ex ministro de Gobierno y actual diputado provincial Rubén Galassi.
En declaraciones a LT8, la semana pasada, Galassi explicó que “los recursos que dejó Obeid en su momento, es lo mismo que va a dejar Lifschitz para que el gobernador que asume en diciembre pueda afrontar los compromisos que le impone la propia gestión inmediatamente. Cuando un gobierno asume en diciembre, lo primero que tiene que afrontar es el aguinaldo, que este año van a ser unos 5 mil millones, y también tiene que pagar los sueldos de diciembre los primeros días de enero. También se deja, además de la plata en caja, una gran inversión en infraestructura y social y esa es la mejor manera de invertir los fondos públicos, que le llegue a la gente”.
Desde el PJ, el diputado Busatto sostuvo que es necesario “desdramatizar estas cuestiones”, en relación a la transición política, porque “lo que estamos pidiendo es absolutamente normal. Los gobiernos pasan, el Estado queda y nadie es dueño de la cosa pública más que el pueblo. No venimos a hacer una pelea de perro y gato”.<!– 1562102087736 –>