El presidente Alberto Fernández arribó este lunes a Indonesia para participar de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del G20 en la isla de Bali.
El vuelo AR1090 de Aerolíneas Argentinas que traslado al mandatario y su comitiva arribó al aeropuerto internacional Ngurah Rai de Bali a las 16.30 hora local (las 5.30 de la Argentina), procedente del aeropuerto de París-Charles de Gaulle, Francia.
El Presidente llegó acompañado en el vuelo por el canciller Santiago Cafiero; el ministro en Economía, Sergio Massa; los secretarios General de la Presidencia, Julio Vitobello; y de Comunicación y Prensa, Gabriela Cerruti; el vicejefe de la Jefatura de Gabinete, Juan Manuel Olmos; y el embajador argentino en Estados Unidos y sherpa del G20, Jorge Argüello.
En tanto, la primera dama Fabiola Yáñez se dirigió el domingo de París a Roma para participar de distintas reuniones, informaron fuentes oficiales.
De acuerdo a la agenda oficial, a las 8.30 de Argentina (19.30 en Indonesia), Fernández asistirá a una cena ofrecida por su par de Francia, Emmanuel Macron.
A las 21.00 (8 del martes en Indonesia), el Presidente participará de la ceremonia de bienvenida a la Cumbre, a cargo del mandatario indonesio, Joko Widodo; y a las 22.30 (9.30 del martes en Indonesia), participará de la I Sesión Plenaria “Seguridad Alimentaria y Energética».
La Cumbre del G-20
En la 17° Cumbre de Líderes del G-20 en Bali, donde llevará la voz de América Latina, Fernández sostendrá reuniones bilaterales e irá a una reunión conjunta de jefes de Estado organizada por el mandatario estadounidense, Joe Biden.
La cumbre, que lleva como lema central «Recuperarnos juntos, Recuperarnos más fuertes», tras la salida de la pandemia por la Covid-19, tendrá tres sesiones de trabajo, dedicadas a la seguridad alimentaria y energética, a salud y a transformación digital.
En términos de seguridad alimentaria, la Argentina detenta un rol estratégico, tanto en la región como en el mundo, como un proveedor confiable de alimentos, y la capacidad de producción es muy superior a las necesarias requeridas para satisfacer el consumo interno, indicaron fuentes de Cancillería.
Sin embargo, según las consideraciones del Poder Ejecutivo, para poder seguir aumentando esa producción es necesario avanzar con obras de infraestructura que permitan ampliar la superficie cultivable sin afectar el medio ambiente, evitar la imposición global de regulaciones ambientales como barreras al comercio e instar a la cooperación para ampliar la producción de alimentos en otros países.
En materia de energía, la Argentina tiene recursos convencionales y no convencionales -petróleo y gas- y está en condiciones de convertirse en un polo de generación de energías renovables.
En este sector también será clave la localización de inversiones, tanto en infraestructura para lograr la autosuficiencia energética como para convertirse en un exportador y, de esa forma, colaborar con la seguridad energética en la región y el mundo, aportaron los voceros.
En la sección de salud, en el Gobierno creen que será importante poner de manifiesto la gravedad de la situación vivida durante la pandemia en la región.
De acuerdo con cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en esa región vive el 8% de la población mundial pero se registró el 27% de los fallecimientos por Covid; y al mismo tiempo allí existen capacidades concretas en sectores como la biotecnología, la farmacéutica y la producción de equipamiento médico.
Fernández también aprovechará la oportunidad para llevar la voz de América Latina y el Caribe a la cumbre de Líderes del G20, tarea que viene desarrollando a partir del inicio de la presidencia pro témpore de la Celac, en enero pasado.
En ese aspecto la comitiva argentina considera que hay tres cuestiones que funcionan como denominadores comunes para mejorar las condiciones económicas y sociales de la región.
La primera se refiere a potenciar la participación de los países de la región en las cadenas globales de valor, aumentando el valor agregado de sus exportaciones para obtener mejores resultados en materia de empleo y poder fortalecer su sector externo.
La segunda se refiere a la necesidad de aumentar el financiamiento para el desarrollo y la asistencia para los países fuertemente endeudados, en un contexto global particularmente desafiante por el efecto combinado de la inflación y las políticas monetarias contractivas.
En tercer lugar, Fernández subrayará la necesidad de cumplir e incrementar el financiamiento disponible para hacer frente a la transición energética y a las nuevas tecnologías con menor impacto en el ambiente.
En paralelo, Fernández mantendrá una reunión bilateral con su par chino, Xi Jinping, y otra con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.
Con Xi Jinping, Fernández planteará las posibilidades de ampliación del uso del Swap chino, que en la actualidad asciende a unos 18.500 millones de dólares, pero no del monto sino del uso, para ver cuánto se podría mantener para reservas y cuánto para comercio exterior.
En tanto, con Georgieva, el mandatario argentino propondrá la reducción de las sobretasas, un tema que habló el jueves pasado con su par francés, Emmanuel Macron, en la reunión bilateral que mantuvieron en el Palacio del Elíseo, sede del Gobierno galo.
El propio Macron, que también se entrevistará con Georgieva en Bali, se había comprometido ante Fernández a plantear también esa cuestión, que involucra además a Ucrania debido a la guerra.
El mandatario argentino mantendrá asimismo en el marcio del G20 «dos o tres bilaterales más a confirmar», puntualizaron fuentes de Presidencia.
Por otra parte, Biden convocó a un grupo de países con infraestructura mundial tras la guerra, y la Argentina es uno de ellos, el único de Latinoamérica.
Los otros son Indonesia, India, Alemania, Japón, Sudáfrica, Australia, Corea del Sur, Canadá, Ucrania y la representación de la Unión Europea, además de Estados Unidos.
La presidencia del G20, actualmente a cargo de Indonesia, decidió que todos los presidentes hagan uso de la palabra en la primera sesión y luego propuso que cada líder opte por pronunciarse en la segunda o en la tercera sesión.
Al cierre de la cumbre de líderes, la presidencia pro témpore pasará a manos de la India.
En 2024 estará a cargo de Brasil y en 2025 de Sudáfrica, lo que indica una continuidad de presidencias a cargo de países emergentes, que resultará beneficioso para que las posiciones de estos países sean tenidas en cuenta.